La libertad.

La libertad no es vivir en Madrid,  cambiar de pareja y no volverlo a ver (esto más bien es cuestión de suerte y además es una gilipollez)

La libertad es huir como las locas, de un entorno castrante.

Es dar un portazo figurado (y literal también) a los yoístas.

Es no apuntarme a todos los planes y que nadie se ofenda.

Es permitirme el lujo de pensar diferente y que no me arrinconen.

Es poder elegir no formar parte de las adhesiones inquebrantables que se monta la peña.

Es ser hoy una persona y mañana otra (evolución se llama).

Es hacer lo que me da la gana sin culpita.

Es apearme del debería y del  tengoque.

Es elegir con quien quiero estar.

Es elegirme cada día para ser feliz.

Es que no me importe ser centro de críticas,  porque no estoy a muerte con la chupipandi.

Es decir no a algo que no me apetece, sin excusas, sin penitencias: No, no quiero, no me da la santa gana.

Es tener vida.

Es tener criterio,(propio, ni clonado,  ni herdado).

Es atender a todas las versiones de algo y sacar una conclusión.

Es permitir y admitir que los demás pueden pensar distinto.

Es saber que todo el mundo tiene derecho a expresarse incluso si no estás de acuerdo: "No estoy de acuedo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo".

Es hacer lo que Yo quiero, no lo que esperan otros, o lo que quieren otros.

Es olvidarse un poco de ser correcta y soltar sapos y culebras (y luego hornear una tartita rosa con forma de corazón, como si nada).

Es vivir en paz.