De atracciones y otras mierdas



Dicen que atraemos lo que somos o lo que realmente deseamos. Hay un libro muy famoso (que he leído, lo juro por los zapatitos de Ceni), del que ya hice una reflexión:   
El secreto
Que viene a decir que si deseas algo con mucha fuerza (válido para maridos maravillosos y cheques en blanco) lo tendrás.
Y yo, lo siento por esta señora que se ha forrao con su secreto, pero no, no, como diría MiAlejandro Sanz “te lo agradezco, niña pero no…”, no puedo estar de acuerdo con esta teoría.
No, porque en ningún momento de mi vida he deseao yo estar rodeada de cuerpos tristes.
No, nunca he tenido vocación de santa, ni de psicóloga, ni  de consejera de nada, pero hete aquí, que me buscan.
Es como si lanzara al mundo una especie de energía maternal,  como si brillara como  el Faro de Chipiona, o como si fuera un repetidor y  estuviera continuamente emitiendo una mierda de señal  tipo, trisitesdelmundovenidami y los atormentaos se me pegaran como lapas. 
Luego, claro,  llega un momento que les coges cariño y ya te quedas preocupá, y eres como la Madre Universal y te inquietas si desaparecen un par de días "ains, ¿le habrá pasao algo?, a ver si se ha tirao por un barranco" y le escribes,  y te cuenta,  sin ningún tipo de remordimiento,  que ha salido a tomarse unas birras con sus colegas, para lo que no ha contado con tu persona, y te parece bien en un primer momento, pero te paras a pensarlo y dices "coño, pues a mi también me apetecía reirme, cojones",y juras en arameo que nunca más y al cabo de un par de días reparece el Guadiana en cuestión arrastrao de penas, tomentos, duelos y quebrantos varios, y lo ignoras un rato, pero luego, la Madre Teresa que llevas dentro te obliga (literalmente) a atenderlo y lo haces y te arrepientes en seguida, porque te está martilleando el cerebro con tanta pena.
Lo flipante es que, a los actuales,  no los he conocido en la consulta de un terapeuta,  en un parque, en una playa desierta o a punto de tirarse por un puente. No, los he conocido en una web de citas (si, lo confieso) y en vez de ofrecerme citas locas, me cuentan su vida, que es,  por cierto,  más triste que una canción de Alex Ubago.
Y es que, son como setas, me salen por todas partes:
el técnico que vino a instalar la fibra me habló de sus congojas emocionales, económicas y laborales
fui a renovar el DNI y el policía buenorro, me contó que el sistema informático va como una mierda, y que claro como no hay presupuesto, se quitan  las ganas de tó, lo mío  era vocación, pero que estoy harto y blablá..,
si  veo a una vecina de mis padres, me para y me me cuenta lo harta que está del marío y de la nuera.
si estoy al lado de una señora en el súper, me cuenta lo sola que está o la pensión tan baijta que tiene.
Coño, ¿qué mierda de halo de santidad o de lo que sea tengo?, ¿no me merezco yo,  una cita con un señor que me haga reír?, ¿no puede el Universo mandarme a alguien en la cola del súper que se limite a hacer un chascarrillo?, ¿se puede saber qué cojones estoy haciendo mal?
Porque no soy lo que atraigo, triste no soy, soy de todo menos triste.
Así que, a ver si alguien tiene la amabilidad de explicarme como funciona esto de las atracciones, porque yo lo que quiero es reirme, reirme, no aspiro a nada más en la vida.
En fin, que a ver si me voy a una isla desierta o algo y no me habla nadie (fijo que me encuentro un náufrago atormentao)

Comentarios

  1. También hace varios años ya... (bastantitos) leí el libro.
    Y creo que la mejor manera de atraer cosas positivas es haciendo cosas positivas... y no pensar tanto en atracciones jaja... dejarlo ir, vivir... y disfrutar... relax

    saludos :))

    ResponderEliminar
  2. Hay mucha gente despistada y de los dos días que dura la vida se pasan un pensando que harán en siguiente y así ni hay humor, ni encanto, ni ligue en condiciones ni na de na

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comentando que no criticando.

Entradas populares