Al final me vuelvo loca.


Hoy comienzo mi 49ª vuelta al sol.

Y sigo haciendo recuento de los deterioros mentales y físicos de mi  habitáculo temporal para la estancia en la tierra.





Hace un par de días, me tomé (creo),  dos veces las pastillas de dormir, y seguramente no es la primera vez que pasa. Voy a la cocina y no recuerdo para qué .Vuelvo al salón,  a ver si en el camino me viene a la mente lo que  iba a hacer,  (pueden ser mil cosas, desde sacar la ropa de la lavadora porque la he oído pitar, hasta ir a poner la kettel para un té que se me ha antojado y olvidado en dos minutos), y después vuelvo a entrar en la cocina. Lo bueno es que, entre paseo y paseo,  hago los pasos que me puse de objetivo en la fitbit.

El caso es que,  me vengo notando que tengo un empane  que no es normal, y se me ocurrió acudir a Google, o como diría mi amigo Manolo, al primo John (nadie sabe por qué lo dice, pero lo dice), pues resulta que hay algo que se llama pensamiento arborescente (tambien hay una opción en la que tengo algo muy malo y me quedan dos telediarios, pero me gusta más este de los arbolitos).

Que viene a ser una especie de laberinto mental, piensas mil cosas la vez y si no las vas apuntando,  las ideas se van igual que vinieron, sin hacer ruido y sin dejar rastro, bueno, sí dejan  la incómoda sensación de que se te olvida algo.

Así que, no es que sea dispersa, despistada, olvidadiza o esté empezando a acusar lo estragos de la edad, es que tengo pensamiento  arborescente, algo así como un bosquecito de bonsáis, con ramitas y raíces que se enredan entre sí, creando una masa deforme de pensamientos locos, que no tienen ni principio ni fin, a veces, por no tener no tienen ni lógica.



Pensamientos que me asaltan a todas las horas a la velocidad de la luz, que derrapan en las curvas de mi mente, que no llegan a tomar forma porque mi mente va muuucho más rápido de lo que puedo hablar y de lo que puedo escribir.

El manchego se queja de mis audios de diez minutos, ¡ja! , esa es la versión resumida de las millones de cosas que hay en mi cabeza, que va a mil, sin descanso, siempre más rápida que mi propia vida.





Demasiado zen soy/estoy para todo lo que llevo en mis interiores.





Comentarios

  1. Bueno de momento y a pesar de aun tienes la mente donde está tu cuerpo, a mi a veces se me pelean y no lo puedo juntar. Para esto lo mejor es para y echarse unas risas, preparase una copa o en mi caso un café y esperar a que los otros se las ventilen solos. Unos abrazos

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  2. jajaaj, no creas es algo común de muchas de nosotras , tienes tantas cosas en la cabezada que te haces un batiburrillo que tela . Vamos se me acaba de olvidar que te iba a poner jajaja . Un beso guapa .

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  3. Algo parecido nos pasa a la mayoría y es que queremos llegar a tanto....... que al final no llegamos a nada..... BESICOS.

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  4. Pues entre tu pensamiento arborescente y el mío podemos crear otra selva amazónica.

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  5. Podríamos crear un club, que me parece a mí que ya somos suficientes.

    Besos.

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