Me merezco una paguita (y unos guantes)

 

En mi cruzada por cansarme mucho para poder dormir, he ido  a parar a una clase de

fit boxing

(Pausa para expresiones de sorpresa)  

La cosa es más o menos así: el yoga es muy terapéutico y todo eso que ya sabemos, pero no me cansa, no llego a la cama arrastrada.

Un día,  hablando con una compañera me comentó que ella acaba agotada haciendo fit boxing.

Digamos que, recibí el dato.

Lo almacené en mi cabeza.

No me veía yo pegándome con un saco.

Un día hablando con mi hijo (ese ser adulto que ya no me cuenta nada), busqué información.

Me gustó.

Me fue llamando la idea de imaginar a personas random en el saco.

Y decidí probar.

Y cuando pasó la semana santa (y ya no tenía las plantas de los pies verdes y desaparecieron las branquias y me volvieron a salir pulmones), fui a la clase de prueba.

La tarde anterio al gran estreno, se lo conté a mi compi de yoga, y me dijo que una conocida suya iba y estaba muy contenta.

Por la noche me avisó de que me estudiara la coreo.

Ese misma tareíta ya me la había puesto mi compañera de trabajo, cuando dije que iba probar.

Y también recibí un mensaje ( que fue leido e ignorado con éxito),  desde la app con un enlace a un vídeo el challenge .

Lo vi (una vez), mientras me hacían las uñas.

Y con eso pensé que era suficiente.

Iba avisada, por dos personas y una máquina.

Y allí que me presenté, sin haber mirado nada,  a probar suerte.

Como quien no estudia para un examen, pero le pone dos velas rosas a la Virgen del manto de leopardo.

Y en mi cabeza  eso, bastaba para salir medio airosa

 Pero no, que va, no salí airosa, ni de lejos.

Ha sido uno de mis grandes momentos estelares.

Eso era un estrés horrible:

ponte los guantes (problemitas con el velcro),

el challenge

quítate los guantes, (again problemitas)

haz seis sentadillas,

coge la kettlebell

plancha

flexiones

burpees… para no tenerfuckingpanzademileurista

suena una sirena ,

 ¡GUANTES!

Mi cabeza pensando: puto estrés de los cojones, y esto lo hago yo voluntariamente, estoy pa paguita.

Yo lo que quería era pegarle al saco para cansarme, pero no, hay que pegarle a compás (yo que no sé toca las palmas ni por sevillanas)

Al final de la clase sale un ranking, putabida: la ulti, claro…

Me fui pensando en que no tenía por qué volver.

Pero no había pasado ni una hora, cuando ya me había hecho socia.

Que nadie me obligó.

Que no estaba enajenada.

Ni me había tomado nada.

Ni había comido setas.

Ni chupado sapos.

Ni nada.

Y ahí sigo.

Mi primer problema es que no soy capaz de memorizar una coreo (ni la macarena, ni el aserejé ni nada, ¿quién le pone puertas al campo? (si yo voy a mi bola)

Ni de ir a compás.

Porque yo voy a mi ritmo, uno que es mío nada más.

Mi segunda preocupación (problema) es explicarle al monitor que tonta no soy.

 (Polvorilla sí pero tonta, no).

No se vaya a pensar el muchacho que soy una torpe.

Que me ha faltado llevarle los títulos (pero los tiene el patriarca colgados) pa que vea que yo soy lista.

Lejos de dormir mejor,  me he echao encima una tareíta para casa:

Aprender cada dos semanas el nuevo challenge y todas las semanas repasar el actual.

 

¿Qué, estoy pa paguita o no?