El sobre

En el correo de la mañana había llegado un sobre marrón certificado, sabía lo que era, pero ya habían pasado dos horas desde que lo había dejado en la encimera: no quería abrirlo. Preparó la segunda taza de café de la mañana.
No sabía empezar el día sin haber tomado al menos dos.
Cada noche tomaba un par de pastillas para lograr conciliar al menos cuatro horas de sueño, y por las mañanas necesitaba varios cafés para despejarse.
El mundo, su mundo se derrumbó de un día para otro y algo se bloqueó en su mente, no podía comprender lo que había pasado.
Una familia que se rompe de repente, como si nada, como si la experiencia de todo lo vivido no hubiera servido absolutamente para nada. Quedaba el consuelo de la hija, de compartir el futuro de la niña, los amigos, la familia, pero algo se rompe de manera definitiva en el corazón después de una ruptura y lo endurece.
Respiró hondo, y abrió el sobre; además de ver como se despedazaba todo su universo, tenía que pelear en un juzgado por cosas tan profanas e indignas como una casa, un coche o un fondo de pensiones que se había quedado en nada en los últimos meses como por arte de magia..
¿Como puede una amor terminar en algo tan feo como son el dinero o las propiedades?, ¿como es posible que alguien luche por las posesiones y no por su hija?
Arrugó el papel y lo tiró a la basura, se iría, lejos, muy lejos, no era su guerra, no iba a luchar por lo material.
Esperó a la salida del colegio y se marchó con su hija, nadie supo nunca dónde, ni por qué, pero prefirió desaparecer antes de ver su vida en una subasta de sentimientos.

Comentarios

  1. Llega un momento en el que el vaso se desborda...y no hay tiempo para más reflexiones!

    Saludos

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