El TAC

Esa mano, esa mano es la que mueve...
En el pueblo de mis padres había una talla de un nazareno que sacaban y sacan la madrugá del jueves. La talla en sí, no es que sea fea, es más bien tétrica, la imaginería de la época lo era.
El caso es que estaba en una capilla muy pequeñita muy cerca de casa de mi abuela, por lo que mi prima y yo a pesar de que nos daba mucho miedo solíamos jugar por los alrededores y siempre terminábamos entrando.
 Había algo en ese lugar oscuro y lúgubre, en esos rostros tallados en la madera que arrojaban sombran danzarinas a su alrededor cuando las velas titilaban que nos atraía y nos aterrorizaba a la vez.
Era absolutamente tétrico. Alrededor del nazareno, siempre había corsés, piernas ortopédicas y pelo (que convenientemente tratado se le ponía al nazareno en cuestión).
Para que fuera mucho más  macabro, cuando hacía su estación de penitencia, el hombre saludaba.
Si, si, tal cual. Saludaba, daba una especie de bendición espeluznante.
Claro que, con siete años, yo no me podía imaginar que en realidad era un alambre y estaba realmente convencida de que resucitaba cada mañana de Viernes Santa. Me gustaba verlo, pero también me aterraba pensar que cualquier día me iba a mirar y me iba a decir con voz ronca y profunda ; hoy tampoco te has comido las lentejas, no??, ¿a que las escondiste en el bolsillo? (era mi mayor pecado, y desde luego que llevaba la penitencia en el miedo a que me descubrieran).
Había algo que nos atraía, el misticismo, la superstición, el miedo que no hacía salir corriendo por la iglesia a toda leche.
El caso es que, nunca he conseguido olvidarme de eso, y todavía hoy lo recuerdo con un leve estremecimiento.
Hay algo en las imágenes religiosas que imponen miedo y respeto a la vez. Será que no he conseguido superar el trauma.
Pues resulta que el otro día me encuentro con esta noticia:
Lo de la sabanita me da muuucho miedito


La imagen de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento, de la Hermandad de Los Panaderos, ha sido sometida a un TAC en la Clínica Quirón Sagrado Corazón, paso previo  a  su restauración, que está llevando a cabo el profesor Enrique Gutiérrez Carrasquilla.
La talla se encuentra en el taller de Gutiérrez Carrasquilla desde el pasado día 30 de mayo y, hasta el momento, se ha procedido a retirarle la peana “para que pueda entrar en el TAC”, ha referido a ABC de Sevilla  el propio restaurador. 

Con esta técnica de diagnóstico se pretende conocer la densidad de la madera, las posibles fisuras en la talla, los defectos en la policromía, los ensambles de la pieza o la afectación de la pieza por el ataque de insectos.

Ildefonso Martínez, hermano mayor de Los Panaderos, que ha estado presente en las pruebas, ha indicado que “el motivo de la restauración ha sido la aparición de síntomas de desensamblaje, así como la necesidad de renovar el sistema de sujeción y realizarle una limpieza general”.

Según relata el hermano mayor, Enrique Gutiérrez Carrasquilla,  responsable de la restauración, fue quien recomendó a la hermandad realizar un TAC a la talla para conocer su estructura interna, así como el estado de la ensambladura, además de conocer la existencia de posibles grietas en su interior o deterioro debido al efecto de los hongos o la carcoma.

Radiografía del Señor del Soberano Poder
Radiografía del Señor del Soberano Poder

Los resultados no estarán hasta la próxima semana, que es cuando tanto el restaurador como la junta de gobierno de la corporación del Miércoles Santo recibirán un CD con los datos de la prueba, “fundamental para saber cómo hay que actuar en la talla”, ha precisado Gutiérrez Carrasquilla.

Hasta el momento, también se le han realizado a la imagen que gubiase Castillo Lastrucci pruebas de limpieza. La talla permanecerá hasta septiembre en el taller de Gutiérrez Carrasquilla.

La hermandad restaurará también las ocho imágenes que restan en el misterio: los apóstoles Santiago, San Pedro, San Juan y Judas, además de los dos romanos y los dos sayones.

El doctor Ignacio Galán, jefe del servicio de diagnóstico por la imagen del centro, precisa que “las procedimientos de radiodiagnóstico en tallas funcionan de la misma forma que en los humanos”.



Vamos a ver, que me da igual que sea una clínica privada, que lo paguen los hermanos, pero me vais a perdonar, esto es muy raro...
Ese Cristo, tumbaito en la cama con la sábana por encima (que entiendo que es para no estropear la policromía) a punto de entrar en el tubo, no puede por menos que resultar o jocoso terrorífico.
No quería hacer chiste de esto, porque de verdad que me da mal rollito, pero ¿qué le dicen al Cristo antes de entrar. " no se mueva usted"?.
Lo siento por los cofrades, pero no me negaréis que es por lo menos, raro...

Comentarios

  1. Alicia, a mi desde pequeña me daban miedo los pasos de la Semana Santa, los nazarenos con esos cucuruchos tipo Kukus Clan, siempre me parecieron de terror, y aun hoy evito verlos, se me alborotan los miedos de la infancia...
    Un abrazo

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