Miedo

Un hombre anónimo pasea por la calle con la curiosidad de quien está de vacaciones, toma fotografías, mira los edificios desde distintos ángulos, se para, observa, sonríe.
Cualquiera diría que es un turista que está de paso en la ciudad y quiere llevarse en su tarjeta de memoria lo mejor de la misma, retratar lo colores y llevarse impresos en la memorias los perfumes y sonidos del sur.
Poco imaginan que ese hombre se siente un forastero en su ciudad, en su propia vida: a veces la infancia marca toda una existencia y aunque no tiene rencores, su vida actual es un reflejo de lo que le faltó para crecer; las carencias afectivas de una madre distante, la competitividad impuesta por un padre ausente, el deseo siempre de intentar ser el mejor y la frustración de no haberlo sido nunca.
Todos somos un reflejo de nuestras circunstancias, las vivencias no convierten en lo que somos y nuestro hombre anónimo es sólo una sombra que se esconde detrás de una cámara, que sueña con superar el miedo al rechazo, pero que no lo consigue.
Pasea por las calles despacio, buscando un atisbo de ternura en cualquier mirada, en cualquier sonrisa, busca incansablemente el afecto que le faltó para sentirse seguro y poder vivir en paz.
Vive atormentado por los recuerdos, por las miradas de desaprobación, por el cariño que no tuvo y que no sabe dar, por el miedo.
Pocos saben que detrás de esa fachada de frialdad y de esa aparente falta de sentimientos se esconde un niño asustado al que no le enseñaron a crecer.
Detrás de cada persona, hay un mundo de vivencias, detrás de cada gesto hay una explicación, juzgar a los demás es un acto de cobardía absoluta, comprender, escuchar, perdonar es el mayor acto de amor y de valentía que podemos ofrecer al niño asustado que nos mira a través del objetivo de una cámara o desde una esquina o desde una ventana.

Comentarios

  1. Es cierto. El pasado nos marca más de lo que creemos. Un beso.

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    1. es verdad, lo recuerdos se quedan emponzoñados en el alma

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  2. Tu último párrafo notiene desperdicio.

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  3. Alicia, antes de juzgar a nadie, deberíamos ponernos sus zapatos y caminar un tiempo con ellos, entonces comprenderíamos muchos por qué. Un abrazo

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  4. Feliz Primavera, espero algún día tener más tiempo para mis amigos de la blogosfera, un saludo.

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  5. Respuestas
    1. La vida está llena de señales, sólo hay que saber mirar

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