Los Guadianas

Guadiana: dícese del machoman que aparece y desaparece cuando le de la santa gana.







Dentro de los Guadinas hay varias tipologías:


El extranjero: Este se limita a mandar un WhatsApp y/o mensaje por Facebook, de vez en cuando, sin orden ni concierto, ni de ná. Puede que le dieras tu número en una noche de copas, o puede que, sólo lo conozcas por las redes (este muy peligroso no es, porque con suerte  vive hasta en otro continente)

El clásico: este es un caradura de los de manual, te llama cuando le da la gana, pasa de ti si tiene un plan mejor,  y si está sólo y aburrido en casa te recrimina tu abandono mensajil  (no entiende que no eres tonta y pasas de que te mareen).


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El buenapersona: Le gustan los animales, cuida el medio ambiente, sale  al campo, colabora en varias ONG´s, le gustan los niños y le supone un conflicto moral dejar a una cría de gaviota herida abandonada, pero ponerle adornos en la cabeza  (todos, a todas horas)  a su novia,  de manera constante y continuada , no mucho.


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El poeta: Este te manda unos mensajes que si llega a estar bueno, te derrites, pero resulta que es un callo y por mucho que le quieras encontrar el lado bueno, no se lo ves, te llega a agobiar, porque no quieres hacerle daño, y cuando está tres días sin escribirte, te toca las narices que se haya olvidao de tu existencia.










El ilustrado: Este hace alarde de sus conocimientos de lo que sea, continuamente.
El primer día te encanta (un tío culto, ¡guau!) el tercero estás hasta el chichi de datos, citas, y demás sapiencias.




El analfabeto: No te acuerdas de qué coño lo conoces, ni por qué tiene tu número, el hombre le pone empeño,  está hasta bueno, pero es un MMHH& Viceversa, escribe con faltas de ortografía y se te revuelven las tripas, cada vez que ves un mensaje. 

















El consejero: A  este por alguna razón, le cuentas tu vida y te aconseja (barriendo para casa), le haces caso unas veces, y otras lamentas no haberlo hecho.
Este llega ser casi imprescindible, yo diría que es el más peligroso, puedes llegar a enamorarte  (o no porque mu bonito no es).







El atormentao: Este te pide consejos laborales, familiares y hasta te llora, va de sensible y dice que le haces falta, mucha falta (que cantaba Luis Miguel)  pero luego se va de copas y/o lo que surja sin contar con tu persona.


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En común tienen que aparecen, te vuelven loca y desaparecen, así sin más.

¡Por mis guadianitas!




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