Prozac y coachs de vida.

En los ochenta y noventa estaban de moda los libros de autoayuda, el prozac, las músicas new age  y se empezaba a perfilar un mundo de yogas, meditaciones y terapias alternativas,  territorio exclusivo para los yuppies y de unos cuántos fundamentalistas que pensaban que el fin de la raza humana había empezado ya.

Hoy en día, todos queremos buscar la luz, la verdad, la paz, las respuestas a una existencia anodina, concentración en el día a día o sólo escapar aunque sea por unos minutos de la vorágine del mundo actual.

Y recurrimos a miles, millones de formas de meditación, acudimos a un coach de vida, a un taller de risoterapia, nos hacemos con unos cuantas premisas budistas, nos aferramos a lo que sea, que nos permita huir de las turbulencias (que en la mayoría de los casos nos generamos nosotros solos) de nuestra vida.

Tengo una amiga megafan de estos coachs de vida que me manda conferencias que a ella le ayudan a pensar y a ver la vida de otra forma, pero yo debo ser una especie de bicho raro, porque es escuchar a la conferenciante decir. “tienes que ser tú misma, siempre”, y pensar, “vale, pero de todas las yomismas que hay en mis interiores, cuál?”.

Y es que no soy una sola Alicia, soy muchas y a veces estamos de acuerdo y a veces no, yo quiero creer que unas palabras me pueden revelar la gran verdad del Universo, pero es que por otra parte pienso que no existe,  que la gran verdad, es que cada uno tenemos una verdad, ¿no?.

De todas formas, prometo intentar centrarme en buscar respuestas a las preguntas que me inquietan:

¿Para qué he venido a la Tierra?

¿Cómo puedo desarrollar mi lado espiritual?

¿Cómo puedo hacer para tener y transmitir paz?

¿Conseguiré quitar el color rojo de mi pelo antes de que me salgan canas?

¿Seré alguna vez un ser de luz? ¿ podré electrocutar a alguien?

¿Devolverá Toño Sanchís el dinero a Belén Esteban?

¿Terminaré convirtiéndome en una viejalocadelosgatos?

¿ Hay vida después de la muerte?

¿Se casará Isabelita con el Nobel de literatura?

¿Adelgazará Kiko Rivera?

¡Ainsss que ganas de aprender a ver lo esencial!