Tara, Tarita, Tara.

Cómo veo que sois muchos los damnificados por "Mi amiga Tara, médium visionaria", vuelvo a hablar de esta grande de la videncia.
Personalmente, no tengo muy claro cómo me llega un mail de la efectiva hechicera. El caso, es que en ningún momento he contestado, con lo que tampoco en ningún momento me ha pedido nada, ¡sólo faltaba eso!.
Me prometió  mucho dinero, un noviete, un trabajo mejor, ¡en fin!, mi vida iba a cambiar radicalmente,  en muy poco tiempo (tuvo la desfachatez de ponerle fecha a los excelentes augurios que me hacía), pero ni tengo más dinero, ni encontré pareja, ni nada. Es posible que me exponga a un mal de ojo cibernético que se transmita a mis descendientes hasta la octava o novena generación, pero me arriesgaré, (llevo una cruz de Caravaca por si acaso y unas hojas de laurel en la cartera), pero lo que no voy a hacer, es darle a Tara mi cuenta del banco.
Lo realmente triste, es que haya engañado, (como he visto en vuestros comentarios) a tanta gente, es tremendo que alguien se aproveche de personas que está en horas bajas y les prometa un futuro lleno de buenos vaticinios para pedir después el número de la Visa.
El caso es que la Gran Tara se quedó esperando mi respuesta, y yo me quedé esperando esos fantásticos augurios. Y es que el futuro, ni se compra ni se vende, ¿ o era el cariño?.

Comentarios

Entradas populares