Aquellos maravillosos años
La felicidad en 20 pasos
Volver de la librería con los nuevos libros de texto y el material escolar.
Tener un estuche con dos pisos de lápices y rotuladores de colores, sobre todo si incluía el color carne.
Meter la nariz entre las páginas de mis libros sin estrenar, mientas mi madre los forraba.
Revisarlos todos, para saber lo que iba a aprender en clase ese curso.
Un cola cao inmenso en las tardes de lluvia.
Merendar un bocadillo
de chocolate, mientras te reías con tus hermanos, porque si no lo sujetabas bien,
las onzas terminaban en el suelo.
Volver de la librería con los nuevos libros de texto y el material escolar.
Tener un estuche con dos pisos de lápices y rotuladores de colores, sobre todo si incluía el color carne.
Meter la nariz entre las páginas de mis libros sin estrenar, mientas mi madre los forraba.
Revisarlos todos, para saber lo que iba a aprender en clase ese curso.
El recreo el primer día de cole, todo por contar.
Lanzarme a la calle después de la tarea.
Estrenar mochila.
Bailar viendo Fama.
Un cola cao inmenso en las tardes de lluvia.
Mi madre cosiendo mientras mi hermana y yo hacíamos la tarea.
Las botas de agua, saltar en los charcos.
Las tormentas de verano, se acercaba el comienzo de curso.
Ayudar a regar las plantas y ponerlo todo perdido (hermana
mayor incluida).
Libros esperando en mi mesita de noche.
Revolcarme por la arena.
Saltar olas.
La felicidad en su máxima expresión. :)
ResponderEliminaréramos felices y no la sabíamos...
EliminarDesde luego que es auténtica felicidad, pero hasta que no transcurre el tiempo no la apreciamos.Un abrazo
ResponderEliminarCierto, entonces no tenía ni idea de que era taaan feliz
EliminarPreciosos recuerdos de la etapa en la que el único deber que tenemos, es el de ser felices.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bonita etapa!
EliminarSon todas las cosas que me dan placer, incluso tengo una cartuchera llena de lapices! Me encanta♥ Las cosas lindas de la vida que a veces dejamos pasar de largo
ResponderEliminarSacar punta a los lápices de colores, con qué poquito nos conformamos!
EliminarAlicia, oh, que delicia, me has llevado a aquellos maravillosos años, con la diferencia de que yo era la mamá que forraba los libros, y los olía, y veíamos juntos el Hombre y la Tierra y les ponía un poco de Tulipán, ¿recuerdas el Tulipán? en el pan a mis mellizos para que se pegara la onza de chocolate o el embutido del bocata...Todavía me lo echan en cara.
ResponderEliminarMadre mía, Alicia, fui una mamá muy joven y me encantaba bailar como los de Fama.
Un beso,
Qué bonita y sencilla era la vida entonces...
Eliminarno se te olvide,.... madrugar para ir al cole
ResponderEliminarbesos
Qué va! la primera en llegar a la cocina, siempre!
EliminarParecido, pero con menos encanto es lo que estoy viviendo con la vuelta al cole de mis nietos. Gracias por las sonrisas
ResponderEliminarHa cambiado un poco la vuelta al cole, pero la ilusión y las ganas de aprender son las mismas..
EliminarQue bonitos recuerdos nos has dejado , y ese bocata de chocolate era ideal ..
ResponderEliminarFeliz semana un besote.
Hoy meriendo un bocata de chocolate!
EliminarA mi me obligaban a ver "el hombre y la tierra" y es oír la sintonía y ponerme mala (a mi hermana le encantaba).
ResponderEliminarEl color carne era...definitivo.
Hola Alicia, que entrada más preciosa... mi sonrisa se iba expandiendo y mis ojitos humedeciendo un poquillo... que bonitos recuerdos tienes, además de que nos has invitado a revivir los propios.
ResponderEliminarUn besazo (llevaba más de un año con mi blog cerrado, apenas hace unos días volví, me alegra haberme pasado de nuevo por aquí).