La bola de papel

En cada uno de nosotros existe un alma, o un cúmulo de energía o de sentimientos, que fluyen y que van de un lado a otro dependiendo de las circunstancias.
Somos inmensamente más frágiles de lo que queremos reconocer.
Es curioso, sabemos curar enfermedades que hace no tanto tiempo eran mortales, pero no tenemos cura para las enfermedades de alma
 No sabemos qué hacer cuando alguien nos hiere y se siente el fantasma de la impotencia y de la pena por dentro.
Las cosas pasan, pero las cicatrices del alma no se borran ocultándolas del sol.



He leído una reflexión que me ha hecho pensar:



                                              Antes de hacer daño a una persona,
                                             coge una bola de papel y arrúgalo,
                                             ¿ya lo has hecho?..
                                              pues ahora vuelve a dejarlo como estaba antes...
                                             ¿no puedes,  verdad?.
                                             El corazón de las personas es como ese papel,
                                             una vez que lo has herido,
                                             es difícil volver a dejarlo como lo encontraste..
                                             Así que antes de hacer daño,
                                             piensa bien lo que haces...


 


Pues es verdad, una vez que has herido los sentimientos de alguien, nada vuelve a ser igual.
Los ataques y los comentarios van dejando huellas en el alma imposibles de borrar, una especie de  poso de tristeza e inseguridades que no se quieren marchar.
Por eso hoy os invito a que pensemos bien lo que hacemos antes de hacer un daño irreparable.
¡¡¡ Feliz jueves!!!               

Comentarios

  1. Dos bolas de papel, una para el corazón del ofendido y otra para el del ofensor.

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    1. No sé yo si el ofensor queda marcado...la gente que ofende no piensa, no siente...

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  2. Lo peor de estas "bolas de papel" es que a diferencia de las de verdad, pueden dar muchos botes. Quien le han hecho una bola de papel con sus sentimientos puede repetir la misma herida en otras personas. La bola de papel rebota y rebota. Hay demasiada gente que no piensa. Prefiere salir huyendo antes de curar sus sentimientos y continuar rebotando la bola, provocando un círculo interminable de dolor a su alrededor. En algunas de esas nuevas personas se sembrará una semilla maldita que vuelerá a germinar. Debemos ser responsables y no sólo pensar, si no, curarnos antes de ir arrugando los papeles de los demás.

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    1. Tienes razón, por eso no estaría mal, tratar de curar las heridas, para no caer en el error de la venganza

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