Momento glamú

Miro el tiempo todos los días, para saber si tender o tirar de secadora, para saber que ropa ponerme, o para saber si tengo que regar las plantas...en fín! que estoy como los abuelos que miran al cielo y saben si viene tormenta por Sanlúcar.!
Pues, debo tener memoria pez o algo, porque, yo muy lista, esta mañana no he cogido paraguas, tampoco me ha hecho falta, así que la mañana podemos decir que no ha ido mal (ya os he contado muchas veces lo molesto que me resulta ir cargando con el dichoso paraguas a todas partes...).
Pero claro, algo me tenía que pasar, porque no hay día de lluvia sin anécdota de Alicia.
He ido a recoger a mi hijo, andando (porque vivo al lado, y porque coger el coche para una calle me parecía una soberana estupidez) .
 Al salir,  he visto el cielo amenazadoramente negro y un airecillo pelín sospechoso... y hete aquí, que yo, en un alarde de inteligencia que ni la mismísima Yola Berrocal, he pensado:. -"Anda si es un momento, no va a llover".
Pues bien, antes de ir al cole, fui a comprar la merienda y cuando estaba llegando a la puerta empieza a caer una lluvia finita, muy poca cosa:-" bah! no es nada!"- pensé yo,  con un optimismo que rayaba en lo ridículo....
De repente, empieza a llover, pero a llover como si no hubiera un mañana, como si el Diluvio Universal hubiera vuelto sólo para fastidiarme la tarde, empiezo a correr, pero poco, (sólo hubiera faltado caerme en un charco!!!... ). Y entonces lo veo: el hombre, el super padre guapetón corriendo (con los pies un poco pa fuera, todo hay que decirlo) luchando contra viento y marea (nunca mejor dicho) e intentando que el paraguas no saliera volando. Y me dice con una sonrisa, de esas que derriten los polos: - " Ven métete aquí".  Yo (que a esas alturas ya me chorreaba el pelo y notaba los pantalones pegaos, la espalda empapada y el ego ahogao) me acerco, le doy las gracias y empezamos a correr por el puñetero cole (hay que ver lo grande que es y la cantidad de baches que  tiene!!!). Total, que nos paramos debajo de un techito y me atrevo a mirarlo: -"mierda! está cañón! y yo como una sopa, seguramente me chorrea rimel, debo parecer un puto oso panda, me cago en el puñetero cambio climático!.
Bueno la verdad es que me consuela saber que es un poco lelo, ha ido toooodo el camino diciendo.
 - " Ay! madrecita!"-si, anti-erótico total....no?.
Resultado;
-  Pues eso, como una sopa
-  El niño que me dice. ¨mami, tú ya sabías que iba llover, no? lo miras todos los días".
-  Ridículo espantoso con todos los padres y madres que han debido pensar que estoy loca (incluido el profe guapo de educación física)
-  Picor sospechoso en la garganta
-  Y el impagable descubrimiento de que los guapos son mormalmente unos horteras (he dicho).
Si mañana no aparezco es que he muerto de una pulmonía.

Comentarios

  1. Te puedo entender, Alicia,por aquí tampoco anda muy bien la cosa, los cambios climáticos a nivel mundial, de verdad que son para locos...
    Un abrazo desde el Trópico

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    Respuestas
    1. de verdad, con esto de la ciclogénesis echamos de menos el anticiclón de las azores....

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  2. Jajajaja, Alicia yo soy de la liga anti-paraguas y el: total si es cruzar la calle nada más, me ha dado más de un mal rato. Asi que te entiendo, eso sí yo ni me tomo la molestia de mirar la previsión.

    Por cierto si yo oigo a un hombre en esas circunstancias decir ay madrecita, me caigo redonda al suelo muerta de risa (eso si, la libido habria que buscarla bajo tierra)

    Besos

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