Gente barata

No espero nada de nadie, eso hace mucho tiempo que lo aprendí, si tengo que hacer un favor, lo hago y nunca espero nada a cambio.
No hago las cosas por el agradecimiento, lo hago porque me nace y porque si de mi depende que alguien consiga algo, no puedo quedarme de brazos cruzados.
Las apariencias engañan, y mucho, sin entrar en detalles;  una persona con un nivel cultural bajo,  agradece hasta la lágrima el trabajo que miles de voluntarios hacen cada día para que a nadie le falte al menos un plato de comida. Una persona, con un nivel cultural y social medio-alto a los dos segundos de haberle facilitado la clave para un negocio, un consejo para una situación especial, se olvida por completo.
Por mi parte, seguiré haciendo lo que pueda por ayudar, incluso a estos anémicos de agradecimentos, masmemerezcos y absurdos yonkis de la autoestima, porque soy así y no podría mirar para otro lado si puedo beneficiar al alguien con solo un consejo o con una llamada.
Pero no soy tonta, puede que lo parezca, puede que prefiera no entrar en disputas, puede que me olvide de muchas cosas, pero no soy tonta, algún día me cansaré y me convertiré en una perfecta hija de puta.
Y todo el mundo dirá : "¡oinsss que cabrona, la tía!". Y yo pensaré; " lo venía avisando, pero hay que saber leer entre líneas".
¡Buen fin de semana!