Buenas, venía a ver si puedo dormir un ratito....

 

Existen clínicas de sueño: las ha imaginado en mis muchas (muchas) y larguísimas noches sin dormir.

Son  habitaciones grandes,  decoradas en blanco y puede que, algo en color piedra, con camas gigantes y almohadas mullidas que te envuelven en un delicado abrazo que huele a fresh linem

En las clínicas de sueño,  (de mis “sueños"),  no hay aparatos conectados a la cabeza, ni máquinas que emiten un sonido espantoso, no, en mis clínicas de reposo, suenan de fondo,  como en un murmullo,   las ballenas jorobadas y puede que, algo de ruido rosa (que es como encender un secador y esperar a que te entre sueño, raro, si, pero se supone que ayuda).

Te desconectan del mundo exterior, y te dan de comer cosas sanas que cultivan en el huerto,  en el que, como terapia, súper novedosa,  trabajas cada día,  (pero no hace calor, ni hay bichos). La alimentación (equilibrada al milímetro), ayuda a que tu cuerpo, limpio de toxinas y demás sustancias perjudiciales, ande por ahí, feliz, etéreo, ingrávido  y sin ningún tipo de tirón muscular (no, no te duele nada, es literalmente un sueño)

Las ventanas son muy grandes, entra una suave brisa que huele a lavanda de la Toscana, aunque estés en medio de la nada, digamos, que en Torrelodones. Los visillos blancos se hinchan como las velas de un barco.  para empezar una danza acompasadamente hipnótica,  y luego volver a bajar girando sobre sí mismos. mientras tú te distraes contando las motas de polvo que flota en el rayo de luz que entra por la ventana.

La gente es amable, porque todo el mundo quiere dormir y estar tranquilo, así que, nadie te insiste para que cenes con él o para que te vayas en pijama a su habitación para jugar al parchís y  nadie te para en el pasillo para contarte que se ha dado cuenta de que las uñas de los pies le crecen en diagonal.

Como todo el mundo conoce tu problema, (porque lo sufren, o porque son profesionales del buen dormir y, aquellas noches en las que tú implorabas unas horitas de sueño, ellos estaban estudiando el comportamiento errático un  hámster insomne), nadie intenta “solucionarlo” con  un “deja de pensar” o “esto no es normal”,  o  “tú cierra los ojos y no los abras por nada.

Os recreo una de los mejores consejos recibidos por una servidora,  aplicable a cualquier persona  humana que mastica y emana  ansiedad por cada poro:

Le estoy contando a otra persona que después de muchos años con una medicación determinada, se puede decir que pierde efecto y hay que cambiarla, lo que es un infierno, porque antes de llegar a la conclusión de que no van bien, han tenido que pasar varias semanas para saber si de verdad  sirve o no. Y en esto llega el señor japiflauer:

-            Por qué no tomas un vaso de leche calentita, eso suele funcionar

-          Pues no sé, igual eso ya es droga dura, no quiero morir por sobredosis         en una bañera de leche de vaca…

Porque, ¡claro que no es normal!, por eso quieres estar ingresada en un lugar de retiro, por eso te parece aceptable abandonar tu vida temporalmente, para que te ayuden a dormir, porque el día que dieron las nociones básicas de sueño, tu andabas en otra cosa.

Porque es tu cuerpo el que,  poco a poco,  se va consumiendo por la falta de sueño.

Porque esperas con ansía el día en el que decida que ha llegado la bendita hora de dormir bien,  (y no llega nunca).

Porque cada vez son más las consecuencias físicas y emocionales.

Porque no hay nada que queme más,  que no poder dormir, y tener encima que “consolar” a quien duerme sus diez horitas largas (y sí, sorprendentemente existen), porque está cansado,  o porque  las diez horas en la cama le han dejado una suerte de entumecimiento en las extremidades que le impide levantarse.

Y como sabes que nadie te va a comprender, al final, mientes (omites parte de la información) hasta al médico y dices que bien, que todo va bien, que sólo es cuestión de ajustar la medicación un poco.

 Igual si hoy me tomo dos litros de leche, me pongo el secador al lado (por lo del ruido rosa), entreno al perro pesao del vecino para que me cante como una ballena jorobada, esnifo un poco de lavanda y duermo en la postura del perro, consigo dormir unas horas.