Las abuelas y yo.


A mí me enseñaron a respetar a las personas mayores, y eso hago. Lo que pasa, es que hay algunas abuelas que serán muy tiernas con sus nietos y seguramente prepararan los mejores pucheros del mundo, pero cuando salen a la calle y están en la cola del Mercadona, parece que estuvieran entrenadas por el mismísimo Rambo.
Me ha pasado más de una vez: una adorable anciana está cerca de la línea de cajas, cuando me ve aproximarme, se olvida la cadera de plástico y sale, literalmente, corriendo (derrapando en las curvas) para llegar antes.O bien, estoy ya en la cola y empieza poco a poco a intentar pasar antes, si no lo logra, empieza a despotricar como una loca de la juventud ( les agradezco que me consideran parte de "la juventud", pero todo tiene un límite).
Se deben pensar que sólo ellas tienen que poner lavadoras y hacer comidas y esas cosas, una de las miles de veces que se me han colado (porque el marido la estaba esperando para que le pusiera la comida) en el súper, ví a la abuelita en cuestión charlando animadamente con una vecina a la salida (¡¡¡ y el marido esperando para comer!!!).
Llevo varios días haciendo rehabilitación (no, no estoy en alcohólicos anónimos, es por problemas cervicales). Hay una señora que cuenta todas las mañanas que tiene muchísima prisa, porque su marido tiene un derrame cerebral y está sólo en casa y el médico le ha dicho que se puede morir en cualquier momento. Naturalmente ante semejante historia, todo el mundo está de acuerdo en que pase la primera, y cuál es mi sopresa esta mañana, cuando entro en la cafetería a tomar un café y me encuentro a la "futura viuda" tomándose un anís y no precisamente de duelo.
Yo, que soy muy prudente,no digo nada, pero me pregunto, cómo es posible que las abuelas adorables, que hacen bizcochos, pestiños y guisos de cuchara, se conviertan en esa especie de bichos retorcidos y mentirosos que me persiguen por todas partes y que me cuentan que sus hijas están casadas "cómo Dios manda", que digo yo, que ¿en que parte de la Biblia explica Dios cómo y con quién hay que casarse?.
Ya ha quedado claro , que tengo un problemilla de nada con las abuelas (con las que están entrenadas para matar), admito consejos, para que no me quede trauma con este pequeño detallito sin importancia.

Comentarios

  1. También pasa en Carrefour. El otro día llegué a la caja y había un carro sin nadie, le pregunto a la chica, y me dice pase, que se ha ido la señora, yo llevaba poco. Estoy pasando, y llega la ancianita como una energúmena que antes estaba ella jaja, le dije bueno qué hago, usted no estaba aquí, es que se me olvidó una cosa, me dice, pues vale, qué hago, a todo esto yo parando la caja jj, no pase usted, digo vale, y sigue la colega relatando, hasta que le digo ¿se quiere usted callar ya señora, que me confunde con los 'mandaos'? No, yo no estoy protestando me dice , y le dije: sí, sí, usted me está hechando piropos jaja, no veas el numerito. Y la colega venga a relatar.
    ¡A que llamo al guardia! y ya se cayó; luego salí huyendo para que no me reconociera, porque el tipo de la colega era para salir pitando.

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  2. Jajaja, ¡¡es que además no callan!!

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  3. Hay muchas leyendas urbanas con eso de las abuelitas, je je je me voy para abajo para leer lo de la Princesa del Pueblo. Un saludo.

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  4. Ja ja picaritas nomás.!!!

    Te deseo que esta semana:
    Que pases buenos día y alegres la vida. •
    Sonrié, sueña, vive y se feliz.
    Tú vida es lo más importante.
    Cariños

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