La adolescencia...

Siempre he pensado que no hay nada peor que un puñado de adolescente gritonas ante su ídolo, pero sí hay algo peor: una adolescente, una única adolescente de tiendas.
Este fin de semana pasado,  he ido con mi sobri a ver a los One Direction (si, eso mismo).
Para ser honesta pensaba que me iba a encontrar a cinco guaperillas dando saltitos, pero reconozco que no lo hacen nada mal.
El acceso a recinto (después de 25 minutos caminado por Madrid a las seis de la tarde) era como mínimo complicado. restos de laaaargos asentamientos, niñas gritando, padres descompuestos, nervios, banderitas, cintas y demás productos de merchan a precio de oro y un numeroso grupo de policías echando mano de las clases de psicología para tratar de calmar a la masa...(nivel de dificultad; muy alto).
Pues bien , una vez dentro la cosa no mejoraba, cada vez que se movía algo por detrás del escenario las niñas entraban en pánico.
 Lo más fuerte de la noche; el telonero: Abrahan Mateos (no voy a comentar nada porque el pobre está empezando, pero vamos que si el infeliz se pensaba que las niñas le gritaban a él, necesita una dosis de realidad).
Luego llegó otro grupo de guapetes (me descubrí a mi misma gritándole improperios a uno de ellos, escudándome en el anonimato que proporciona estar rodeada de chillonas).
Y ya por fin, los chicos. Cantaron, bailaron, y fueron simpáticos con las niñas, a pesar de no hablar una palabra de español. Fue un show la verdad impresionante, y por ver a las niñas felices de verdad, merecía la pena, las colas, el solazo, y el impresionante caos de la salida.
Pero llegó el viernes y con él, el planning diseñado por mi sobri para martirizarme.
 Tiendas, miles de tiendas, millones de tiendas, a kilómetros de distancia unas de otras, las vimos todas, inspeccionamos todos los percheros, comparamos colores, texturas,cortes... ¡Ni en mis peores pesadillas! yo pensaba que me gustaba ir de compras, y no,  yo soy una aficionada, ¡una adolescente, es capaz de darle vueltas a una prenda hasta descomponerla en átomos...!.
Exceptuando el martirio de las tiendas lo he pasado genial con María, he tenido una regresión adolescente, he disfrutado como una niña chica de el musical de Rey león que es extraordinario,  nos hemos reído muchísimo y ha sido un finde genial.
Eso sí, para la próxima me mentalizo y me pongo unos zapatos ortopédicos y hago un poco de tai chi o algo antes pa no entumecer músculos, impresionante el ritmo que lleva para ver tiendas de ropa.....

Comentarios

  1. Las adolescentes nunca se cansan de nada.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Yo no entendia a las adolescentes que le gritan a sus idolos hasta que (ya adulta) fui a un concierto de Phil Collins y de casualidad termine en primera fila delante del escenario. Resumiendo; me quede afónica.
    Por suerte mi hija ya tiene 21 pero ir de compras con ella siendo adolescente era insufrible!
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. En nuestros tiempos era muy diferente....


    Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comentando que no criticando.

Entradas populares