De Intensidades y otras fuerzas.

Ayer leí un escrito de una mujer emprendedora, fuerte, valiente e invencible,  en el que se describía a sí misma como “emocionalmente intensa” (te tomo prestada la expresión, Marge de No Sólo Tours), y decía asumir las consecuencias de su autenticidad.
La entrega total, a alguien que te importa,  sin ambages, sin miedos, sin ningún tipo de recelo, es maravillosa desde el punto de vista de quien DA (y lo hace así en letras grandes y con mayúsculas), el problema es de quien no sabe recibir, de quien no puede entregarse en la misma medida e intensidad, de quien se pierde ante la nobleza de lo que se le ofrece (ya sea tiempo, apoyo, o amor) y no agradece el regalo que se le está haciendo.
Personalmente, no puedo evitar sentirme un poco defraudada  porque algunas veces, las personas que me importaron, no supieron,  o no quisieron, entregarme  lo que  esperaba recibir. Esa sensación de estafa, esa especie de desolación, ese visceral desconsuelo que se siente cuando la otra persona no responde a tus desvelos o preocupaciones de la misma forma, debería tener una única respuesta: la huida.
Me gusta la gente que tiene las mismas ganas de avanzar que yo, que se come la vida a mordiscos, que ama  a gritos, que siempre tiene un plan B, o  uno C, que se ilusiona, que llora, que se ríe  a carcajadas, que baila sin importar si alguien mira, que asume el riesgo de la desilusión o del sufrimiento, que se tira a la piscina asumiendo las consecuencias, que me acompaña en mi loca carrera de darme leches con los muros, que se apunta a lo que sea, con quien sea, que no deja nada para mañana, y que dice lo que siente (porque siempre es mejor queré,  que no dejarse queré).

Y como esto va de mujeres intensas, aquí una pinceladita de la única,  la intensidad hecha mujer,  siempre grande Lola (muero con ese psstss, jey)


¡Feliz Jueves!









Comentarios

  1. Me alegra ver que te inspirase ❤❤❤❤

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  2. Hoy te has levantado llena de energía e ilusión esa es ka mejor medicina para vender los obstáculos que la vida te pone ...y en parte estoy contigo pero las personas que no , nos dan lo que esperamos de ella tb hay respetar esa parcela , de su intimidad no todos pueden ir al ritmo de uno ..muy buen escrito ,
    Un abrazo y feliz día

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    1. Llevas razón Campi, todos tenemos un ritmo, pero a mi me falta paciencia.

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  3. Vivamos con la mayor intensidad posible, que la vida es muy breve.
    Un fuerte abrazo.

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  4. Uuuuh.... yo me he llevado muchas decepciones sobre todo con amistades, que las creo verdaderas y después resulta que no, pero así es la vida... poco a poco se va aprendiendo de nuestros propios errores y pensar que muchas veces lo que nosotros queremos la otra persona no... y bueno, así es esto
    saludos :))

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    1. De eso se trata, si alguien te decepciona,sólo cabe la retirada.

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  5. ¿Tú te lo pasas bien y estás a gusto?
    Pues eso.

    Saludos.

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  6. A algunas hay que cogerlas por los hombros y sacudirlas, si no caen bellotas entonces hay posibilidades. feliz noche y sueña bonito

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  7. suelen nuestras expectativas superar la realidad. De ahí las decepciones

    besos

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