Mmm me gusta, no me gusta...


He dormido poco.


Ayer tuve una clase de yoga maravillosa (como te adoro Marian).


Ando desajustadilla en los temas menstruales.

Mi vida es bonita, tengo todo cuanto necesito.

Tengo frío.






Lo de las comunicaciones está muy bien, poder hablar en tiempo real con alguien que vive en Australia está guay (si te apetece y/o te interesa su vida).

Silencio el móvil todas las noches, porque le gente se ve que una vez que acuesta a los niños,  (mi hora de dormir también,  que me despierto a una hora indecente), les da como por contarlo todo. El suero de la verdad en versión virtual.

La gente a veces hace mucha compañía.



La gente tiene anécdotas para todo.

Está bien compartir experiencias.

Todo el mundo tiene un primo o cuñado que ha tenido una experiencia similar.

Aquí entramos en otra cosa que me rechifla, los entendiditos.

Me gusta la gente alegre.


También me encantan locamente, las voces que son de naturaleza elevada, me estallan los tímpanos, pero da igual, ya me saldrán otros.

Hay gente que ocupa mucho espacio en el planeta, no por el tamaño, noooo, sino porque andan como en diagonal y no hay manera de adelantarlos y eso me toca el hígado.

No me gustan los envidiosos que hacen todo lo posible por minimizar triunfos ajenos.

Me gusta la gente que se supera, aunque sea por envida.

Me encantan las emociones que puede transmitir la música.




Me molesta la música puesta a tope (sobre todo si es reguetón): en los restaurantes, en las casas, en los coches ajenos, en el ambiente en general. Tu música no es mi música.


Vale, reconozco que los formatos antiguos de programas de crónica rosa, me gustaban.








Me da como pudor el chismorreo por el chismorreo, una cosa es la Panto a la que no conozco,  y otra es gente cercana, creo que hay límites, en todo, hasta con los famosos, no todo vale.





Me gustaba la teta de Rigoberta y me espantaba la canción de Chanel.









Ahora me espanta el acoso y derribo contra la chica, la canción es terrible, pero entrar a hacer daño, tampoco.





Me da miedo el tiempo libre que maneja la gente, eso no trae nada bueno.



Me gustaría ser capaz de tirarme en el sofá a no hacer nada.











Me gustan casi todas las chuches.


No me gustan las gominolas de huevo.

No necesito que nadie me recuerde mis defectos, ni tampoco que se regodee en ellos.

No me gustan las frases que empieza por “me repateaba de ti…” si yo cuento lo que todavía me repatea, te destrozo la vida.

Me conozco, sé quién soy. No necesito un análisis de quien,  a todas luces,  no tiene ni repajolera idea de cómo soy.

Me gusta la gente fuerte que reconoce que necesita terapia.






Muchas horas de terapia en tu vida, no te convierten en coach emocional.






Soy pura contradicción y a la vez tengo muy claras las cosas (y personas) que me interesan en mi vida.

Y hoy sobre todo, sobre todo, tengo frío y sueño (y hambre, leche, también hambre).




Comentarios

  1. Por no alargarme que se echa la noche encima, me molesta la música en las películas que no me dejan oir el diálogo (puede que lo hagan para disimular que es anodino), me gustan las chuches y las gominolas y el regaliz y de mis defectos hasta los repito. Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Yo también odio la música y canciones a voces de mis vecinos, lo odio muchoooooo, porque a mí la música me gusta mucho, pero como muy bien dices "mi música" y no me gusta que la gente vocifere ni el chismorreo y a los que les tengo una fobia especial es a los envidiosos.
    Que duermas bien y BESICOS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ...los portazos, los taconeos por los pasillos, echar la llave como si tuvieras un castillo....

      Eliminar
  3. Me gusta despertarme y ver que no he muerto.

    ResponderEliminar
  4. Buenas noches aunque llego tarde , si tienes sueño ya es hora así pues a descansar y mañana otros día será . Besicos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comentando que no criticando.

Entradas populares