Primavera en la ciudad

La primavera en el sur tiene un color especial, un olor especial. Huele a la flor del naranjo, a aire limpio y puro, se nota el perfume áspero de las gitanillas en los balcones, el aroma dulzón del incienso que se quema en algunas iglesias, un batiburrillo de olores y sensaciones que hacen que hierva la sangre y nos cambie el ánimo a todos.
Como siempre, la primavera ha llegado sin avisar, de repente. Como siempre nos ha pillado el increíble azul del cielo por sorpresa y nos ha cegado la imponente luz del astro rey.
A ver si la nueva estación barre todo lo que ha dejado el triste y gris invierno, y nos quedamos sólo con la animosidad que da levantarse en un día como el de hoy.
En días como este, parece que, como decía Benedetti. " Se ve más bonito el invierno desde la primavera".
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