Soy muy Divina

Empieza el fin de semana, menos mal porque la semana ha sido agotadoramente larga y aburrida. Últimamente mi domingo ideal es pasarme toooodo el día pegada a Divinity.
Me encantan las bodas de David Tutera. Eso de que a la fuerza la boda tenga una temática (normalmente gestada en la más tierna infancia de la novia) me llama poderosamente la atención.
A ver,  si me volviera a casar, si yo me volviera a casar, ¿cuál sería mi temática? ¿algo relacionado con los hogares de ancianos?, porque a este paso, desde luego, conozco a mi futurible en el asilo.
Cada novia tiene una temática más disparatada que la anterior, pero David, nuestro David se las arregla para que todo quede perfecto y elegante.
Porque hacer de una temática Hawai, una boda decente, tiene un meritazo, ¡me encanta!
 El vestido de la novia, que, básicamente, siempre es el mismo modelo,  y según como sea la novia en cuestión, le ponen o le quitan complementos.
 Me flipa, lo bien que se las arreglan para convencer a las madres tacañonas; le plantan el velo y una tiara o algo de brilli-brilli a la novia, y la madre se echa a llorar y con ella todo el mundo, (no recuerdo haber llorado cuando me probé mi vestido de novia, deber ser por eso que salió mal).
Me encantan las tartas imposibles, aunque hay una jefa rubia que es simplemente odiosa,  y luego está un grupito de Seattle capitaneados por un gordillo con aspecto de poco aseado, que la verdad es que, aunque hace unas tartas increíbles, eso de cortar madera al lado, decorar con los pelos en la cara, y hacerlo todo como de cualquier manera, no me da mucha confianza en lo que a higiene se refiere.
¿ Y esos cambios de look? pero ¿como puede haber gente con esos dientes y esos pelos?.
¡¡¡¡SantaMariadelfularfucsia!!!, lo mejor es que, cuando vuelven a plató, todo el mundo alaba lo guapas que están (pintadas como puertas y con unos tacones imposibles) y les sale trabajo, novio y de todo, ¡sólo con ponerse unas carillas de porcelana, una extensiones y unas pestañas postizas!
Pero de todo, de todo, lo que más me mola, son los programas de decoración.

He estado leyendo a Madreymas y estoy de acuerdo con ella en tooodo:

Lo que más me impacta es que a las dueñas de las casas, les importa un pimiento que su casa salga hecha un asco por la tele. A ver, que el hecho de no tener suficientes armarios no tiene nada que ver con fregar los platos, tener las camas hechas o el baño con mugre de un mes.
Otro detalle es lo de los jardines, ¡que manía!, si el niño con un metro cuadrao de césped va que se mata....
La falta de armarios, eso ya lo tenían cuando compraron la casa, ¿no? ¡coño, pues compra un armario en el IKEA!.
El armario de la entrada; ¿tanto cuesta llevar el abrigo hasta la habitación?, ¿de verdad?.
La cocina es enana, ¡pues no haber comprado esa casa!.
Todos quieren concepto abierto; esto nunca lo entenderé, que apeste la casa a sardinas o a coliflores no me emociona especialmente.
En el mismo vecindario; que por cierto, suele estar desierto.
Con un parque; que preocupación con que los niños jueguen en la calle, ¿no?. Mi hijo se pasa el día con la nintendo y la tele y no pasa nada.
Hay un único baño para la planta principal, pues toda la vida ha habido un baño por familia. Normalmente no funciona el lavabo o el retrete. Esto ya es flojera, eh? que seguro que el marido tiene una llave inglesa.
Suelo de madera, hija pues esas cosas se pagan, ¡¡leches!!
El presupuesto para la nueva casa es acojonante, y ella no suele trabajar...(o bien trabaja desde casa y necesita un despacho, para unas veces vigilar a los niños, y otras estar aislada) ¿dónde trabaja el marido?, ¡que pasada!, ¡cualquiera se gasta medio millón en una casa!.
¿Nadie vive en pisos?, ¿nadie tiene la lavadora en la cocina?, ¿no se usan las camas-nido?.
¿Cómo puede alguien decir que los 200 metros se le quedan pequeños? ¡Qué poquísima vergüenza!
No sabría decir si prefiero a Santa Hillary y sus sótanos o a los hermanos inmueble (las mechas del contratista, me tienen alucinada, sobre todo porque es capaz de demoler una casa entera sin que se le salga un pelo del impoluto peinado).
Pues eso, que me espera al menos una tarde de Divinity, hasta que mi hijo quiera ir a algún sitio....



















 

Comentarios

  1. Jajaja, yo soy mega fan de Divinity, siempre la tengo puesta de fondo. Pero lo que más me sorprende del programa de la Hilary y el otro (¿David?) es el tema del sótano por acabar (y de que casas enormes se les queden pequeñas siempre, aunque sean dos personas viviendo allí).

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