Incoherencias
Me gusta, por la ilusión de los
niños, por la alegría con la que viven estos días (que mucho me temo que en el
caso de mi peque, es por los regalos,
tampoco le puedo culpar, total es lo que nos venden desde todas partes), me
gusta el suave titileo de las luces, los adornos de fieltro (nada de
espumillón), tomar un chocolate caliente
con nubecitas, ver películas absurdas de Navidad, escaparme a un refugio
de montaña y poner de fondo villancicos de Sinatra (si, puede que haya nacido
en el lugar equivocado).
Me gustan los días libres para
disfrutar de mi peque y pasear por el campo, me gusta que el tiempo se preste a
quedarse en casa, con una peli y una manta, me gusta que aún quiera estar
conmigo (ya queda menos para que pase de mí).
Por otra parte, me horrorizan las
aglomeraciones, la calefacción a tope en
los centros comerciales, la lucha por la última unidad del juguete de moda, la
absoluta estupidez de comer hasta reventar, las fiestas de empresa, las
gansadas de los borrachuzos que sólo salen en estos días, la alegría por
imposición, los cuñaos pesaos que no paran de dar la brasa en la cena familiar,
y tooodas esas tonterías que se hacen invariablemente cada año.
A la fuerza deseamos felicidad, a
la fuerza nos ponemos la máscara y fingimos unos cariños y unos aprecios que
estamos lejos de sentir, nos cuelan a Raphael con el tamborilero, a Ramón
García con la capa y hasta parece que somos felices.
A ver este año con esto de las elecciones, si somos capaces de recuperarnos del susto o del no susto, seguramente a más de uno se le atraganten los mantecaos. Viendo el bochornoso espectáculo de ayer, lo mismo hasta el hijo de Mariano le devuelve el guantazo.
A ver este año con esto de las elecciones, si somos capaces de recuperarnos del susto o del no susto, seguramente a más de uno se le atraganten los mantecaos. Viendo el bochornoso espectáculo de ayer, lo mismo hasta el hijo de Mariano le devuelve el guantazo.
Pues cuando logremos digerir que habitamos en este
mamarracho de país y que tenemos esta penosa clase política , podremos empezar con el
simulacro de paz, amor y felicidad.
Ya
después de Reyes, nos echaremos las mierdas a la cara y lamentaremos, de nuevo,
la penosa gestión del gobierno, sea el que sea, que viene enero y la cuesta no
nos la quita nadie.
Ciertamente...no nos la quita nadie !
ResponderEliminarSaludos
Las Navidades son para las casas en las que hay niños, pero es que siempre que hay niños, hay Navidad. Entonces para que estas fechas?
ResponderEliminarMe gusta tanto la Navidad que no me molestan los contras. Saltos y brincos
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