Una piedra en el camino, o dos, o tres...

Lo de tropezar con una piedra está bien, es hasta normal, el problema es cuando le coges cariño y tropiezas mil veces con la misma o con una parecida.

Yo, muy en mi línea de optimismo, he intentado una vez más teñirme el pelo sola.

Aparte de la guarrería que monté en el baño, la tropelía, esta vez, ha sido apoteósica.
A ver cuando me entero que una cosa es como le queda el color a la muchacha (que fijo que es fotochó) de la caja y otra es como me queda a mí.

La idea era una cosa así tipo Julianne Moore, una cosita mona y discreta y ahora entre mi metro y medio y el pelo rojo y alborotao, parezco Pumuki.

Ya veía yo,  conforme pasaban los 25 infernales minutos, que era muy rojo, en el folleto decía “el cabello puede oscurecerse durante la pose, no se preocupe”, y  yo, que soy de preocuparme, me empecé a agobiar, tipo sudores  de la muerte y eso, pero luego me dije a misma: “mimisma, el papel dice que no te preocupes, vas a estar ideal, seguro”.

Luego el agua empezó a salir roja, muy roja, preocupantemente roja (se mascaba la tragedia) y yo cada vez más descompuesta, "ya verás, ya, voy a parecer una puretilla de esas locas.."
A ratos, (la operación enjuague vino a durar unos quince minutos) me daba el apretón optimista, (más bien inconsciente), y pensaba, “esto es que se va a quedar castaño rojizo, si sale rojo es que lo chungo se va pro el desagüe”

Pero no se fue, mi hijo se llevó una impresión que aún le dura, (de hecho me llama pelirroja), mi ex marido se ha descojonao, (con mi permiso), mis hermanas me han reñido y mis compis están hoy que no se pueden concentrar, porque tengo el pelo incandescente.

¡Manda cojones!, A ver si de de esta aprendo….


Ea! po tá luego!