Planazo universal

Y una está dónde está y a lo que está. Y no le importa atender, escuchar, cuidar, minimizar  daños, advertir, aconsejar,  halagar y animar, pero claro, Madre Teresa, ya hubo una, enorme ella (de espíritu).

Servidora no tiene vocación de Santa, servidora tiene  disposición para  ayudar, pero todo en esta puta vida tiene un límite, y el límite es el cansancio, el desgaste, el abuso y el desalmado egoísmo que tienen algunas personas.

Seguramente  no es intencionado, es muy posible que sea sólo que, en esos momentos en los que estamos con la moral con por los suelos, el individualismo no nos deje ver más allá, pero es tan descorazonador como despiadado que nunca haya una palabra bonita, para quien está ahí, cuando el resto del mundo ha salido ya corriendo en dirección opuesta.

Malas rachas tenemos todos, ayuda  necesitamos todos,  pero no cuesta tanto terminar la machacante retahíla de infortunios con un “y tú, ¿qué tal?”, vamos digo yo.

No sé, por lo menos podíais hacer el papel de que os interesa mi vida o mis sentimientos, aunque sea una mierda de falacia disfrazada de buena intención, pero que yo me pueda agarrar a algo.

Lo mismo el wonderfulplan del Universo para mí, era andar siempre rodeada de cuerpostristes, de anémicos emocionales, disminuidos sentimentales, vampiros de las emociones, e incapacitados para empatizar, cuando mi única aspiración en la vida es la de reírme.

Pero lo asumo, asumo que es mi destino, que alguien  (a ver quién ha sido el gracioso) ha decidido que vaya por ahí repartiendo luz, paz y amor, (como si estuviera en  Woodstock)

Yo voy a hacer mi parte, (atender al actual depresivo), pero que,  por la Santísima Virgen del abrigo fucsia, y por su santo séquito de seguidoras con chaqueta amarilla de Zara y vaqueros de volantes, que de esta pido la canonización o me voy a la Facu de psicología, que fijo que me convalidan un par de años.

Feliz jueves, y que la fuerza os acompañe! (que yo estoy agotá)