Quiero!

Quiero dormir una siesta sin contracturarme nada  y sin sentirme el ser más despreciable del mundo,  por no andar produciendo 24 locas, absurdas y delirantes horas.
                                                                                            

     

Quiero dormir bajo las estrellas sin que  que me preocupen los bichis.

Quiero mandar la mierda a la gente que me molesta hoy,  sin consecuencias mañana (un día de la marmota en el que hoy te mando a la mierda y mañana te hablo como si nada).

Quiero bailar toda la noche  y que al día siguiente no me tengan que inducir a un coma o algo.

Quiero una playa para mi sola, hacer yoga, llevar a alguien que inmortalice el momento, que esas cosas quedan chulas en Instagram

Quiero decir lo que me da la gana sin que los ofendiditos entren en shock.

Quiero volver atrás en el  tiempo  y  ver a mi peque en la cuna, olerlo, tocar su piel suavecita, perderme en su calor.

Quiero comprar ropa muy chula de otoño que nunca me pondré,  porque aquí no tenemos entretiempo.

Quiero mañanas de luz para pasear sin culpa.

Quiero que mi cuerpo aprenda a pasar más de seis horas en la cama (por favor).

Quiero cerca gente que no necesite hundir a los demás para brillar. Si no brillas por ti misma, bonita, déjame decirte que,  criticando a otras mujeres, eres aún más patética y fea de alma.

Quiero gente que me escuche porque sí, no para contar lo suyo, verbi gratia:

-           he ido a regalarme una limpieza de cutis esta tarde

-          Yo me voy a comprar las cremas de caviar,  con oro y diamante molío, porque yo tengo la piel muy suavita.

Quiero, por favor, la varita mágica del hada madrina de cenicienta , pa recoger un poco la casa sin que luego me duela nada (y si me hace un vestidito, pues oye, que no le iba a decir que no).

Quiero (por enésima vez),  que respeten mis decisiones. Si no quiero ir a un sitio, por favor, por favor, no me preguntéis todos los días, que al final saco el rodillo de amasar,  que compré en el confinamiento pa hacer pan,  y me lio a leches.

Quiero que dejen de molestarme a horas que yo considero de descanso, para contarme niñatadas y mierdas, ¿Quién llama a estas alturas a la puerta de una casa sin avisar antes?

Quiero mi fin de semana frente a una chimenea, un libro y una copa de vino (y compañía, mi compañía, la que he elegido, la que me elige a mi todos los días).

Quiero luces encendidas, las de alma, las de la bondad, las que se encienden por la alegría que produce ver brillar a los demás.

Quiero un día sin hipócritas, que se queden afónicos, que mi mente descanse.

Quiero a mi vera,  mujeres que no tengan que destrozar a otras mujeres para sentirse más guapas, más válidas; mejores. Chicas esa aptitud os convierte en la bruja del norte, no vais a ningún sitio.

Y rezo, rezo todos los días un poquito...