El mosquito difunto.

 

Acabo de respirar un mosquito.

Aparte de que me pica la nariz, y de que tengo un ser vivo dentro de mí, probablemente portando sangre de otro ser humano, me preocupa que sea hembra (o hermafrodita)  y tenga hijitos mini-mosquitos en mis interiores.

Porque claro, estas cosas pasan, y luego voy por la vida, estornudando mosquitos. 

O me hacen una ecografía y tengo una masa negra y los médicos no saben lo que es y me diagnostican algo muy chungo y yo les intento explicar que tengo una  familia de mosquitos alojada en mi organismo y no me creen, y piensan que padezco un tipo de demencia extraña provocada por una  desconocida enfermedad,  que consiste en tener mancha negra deforme y cambiante en alguna parte de mi cuerpo serrano.

O puede que, el mosquito haya muerto, y en este momento, tengo un cadáver navegando en mi sistema respiratorio.

En cualquier caso, es algo que no me gusta mucho, no sé lo que va a salir de todo esto (ni por dónde va a salir), pero fijo que nada bueno.