La familia y otras locuras

 

En mi familia somos de obsesión facilona, oye que cada uno tiene su misión en la vida,  y la nuestra es perturbarnos, compartir nuevas obsesiones, retroalimentarnos con las antiguas y adquirir,  cada vez que nos juntamos,  un par de ellas  nuevas.

Hay familias que cantan y bailan, familias que son como muy chistosas, familias que practican juntas todo tipo de deportes y familias aficionadas al mundo esotérico o al bingo ( que tanto da).

Y luego está la mía,  cuya mayor hazaña es una loca, delirante y absurda facilidad  para cualquier tipo de obsesión. Es lo que hay, cero inteligencia artística, pero a full de estreses.

Y ahí vamos por la vida esquivando infartos, ictus y demás dolencias físicas,  que acarrea el maravilloso mundo de la ansiedad, mientras inventamos una nueva modalidad de trastorno obsesivo compulsivo, porque todo vale para obsesionarse.

Enumero taritas sin especificar el portador de las mismas:

Número de vueltas a la llave para cerrar la puerta, (impar)

El número de veces que hay que desinfectar algo.

El orden del armario (esta es muy común en la familia, te la daban al inscribirte en el registro civil)

Lavarse las manos  un número concreto de veces.

Plancharlo todo (el calor mata a las bacterias que campan a sus anchas en los tendederos de España).

Contar, sumar, calcular (lo que sea).

Repetir mentalmente la última palabra que hemos oído.

Llevar una agenda perfectamente planificada de lo que hay que hacer durante el día y explicársela al primero que llame.

Obsesionarse si algo se quedó sin hacer.

El volumen de cualquier aparato debe ser impar (aplicable a temperaturas de aires acondicionados).

Los números primos (hay  alguien a quien le obsesionan un poquito y tiene sus propias teorías).

El orden y la limpieza  (esto es como lo los armarios va impreso en los genes).

Las noticias nefastas.l Lo de no news, good news no es aplicable en mi familia. Si un día no llamas, lo más probable es que te hayan secuestrado o estés al borde de la muerte en la bañera,  o en su defecto en el fondo de un pozo.

Las notificaciones en el móvil, nunca, ninguna, hay que eliminarlas, y no, casi nunca implica haber leído y menos asimilado información ajena innecesaria.

No llegar tarde.

Prever cualquier imprevisto.Vamos salir dos horas antes, no sea que se pinche una rueda  por el camino.

Fatiguismo en general, no se descansa hasta que la cuestión que nos ronda la cabeza está solucionada (que puede ser perfectamente algo tan trascendente como ir a LIDL a por una cafetera de colores antes de que se agoten)

 

 Si hay algo en mi familia,  es barra libre de obsesiones, cantar, cantar,  no cantamos, pero oye, que te amargamos el día en un momento y te creamos una obsesión que no tenías.