No quiero más dramas en mi vida...

 

“El verdadero sentido de la vida, estriba en la lucha. El triunfo o la derrota están en mano de los dioses. Así pues ¡celebremos la lucha!”

 

 


Pues yo me he cansado de luchar, de andar explicando cosas a quien no quiere,  no puede,  o no sabe entender. Me he cansado de justificar por qué hago (más bien por qué no hago ciertas cosas).

Da igual, diga lo que diga, haga lo que haga, la gente no va entender nada.

Das tu opinión de algo y oh! sorpresa es contraria a la mayoría borreguil y a pesar de que has sido honesta, educada y respetuosa, la gente se ofende, pero bueno, ¿es que acaso no se me permite tener opinión? (una propia, libre e independiente de la mayoría).

Me cansa que me tomen por tonta, porque (casi siempre) soy prudente,  me toca las narices lo más grande, que nunca nadie se pare a analizar mis”por qués”.

Me mata que, porque mire para otro lado, porque en el fondo no me importa nada, la gente se crea que no me entero, pues amiguis,  tengo algo que deciros: sí que me entero, (más de lo que me gustaría) y no, no voy a entrar en el juego, porque me da igual.

No me interesa la vida de nadie, ni me apetece comentarla (si quisiera comentar chorradas, inventaría una gorda y me iría al Sálvame, al menos me iba a dar para unas vacaciones)

La vida,  así como concepto,  es corta, otra cosa que haya días que parecen no tener fin, pero es tan corto el tiempo que tenemos,  que es ridículamente absurdo que perdamos minutos de nuestras vidas con personas,  o haciendo cosas que no nos apetece.

Y sí, vivimos en sociedad y debemos estar bien y en correcta armonía con las personas que nos rodean, pero francamente, tampoco la sociedad, ni los vecinos, pagan mis facturas.

Todo tiene un límite y mi límite es la libertad (la mía).

No quiero sentirme mal por decir lo que pienso, no quiero sentir culpa por no asistir a determinados eventos.

No quiero que me juzguen por ser quien quiero ser,  y esto sí que es inevitable, la gente va  sacar conclusiones sí o sí, está en mí que el juicio me resbale. A la provecta edad de medio siglo,  debería, pero aún me molesta un poco.

No quiero envidias destructivas en mi vida (la envidia sana no existe, es un eufemismo)

No quiero paisajes grises

No quiero intromisiones.

No me gustan los apegos insanos.

No soporto más pucheritos.

Ni más victimismos.

El respecto a la intimidad y el derecho a la acción o inacción de cada uno, es fundamental.

Quiero gente respetuosa.

No me gusta la gente que va por ahí adjudicándose dramas ajenos.

Ni los que se endosan a sí mismos los méritos de los demás, no al medallismo, por favor.

Quiero ser lo que soy, un YO sin dar explicaciones.

Una montaña que permanece inmutable ante los cambios de estaciones.

Una persona abono que vive, los triunfos ajenos como propios y comparte los propios como si fueran de todos.

Poco a poco voy llegando al lugar en el que quiero estar: mi hogar, mi refugio, mi paz.

Un sitio al que sólo dejo acceder a las personas vitaminas que me quieren de verdad.

He luchado contra todos y contra todo,  para estar, para ser, para no perderme en una explicación.

Ya he tenido suficiente, mi tiempo es finito y mi paciencia también, se acabó el buenismo, el ser el paño de lágrimas, el querer ayudar, a quien no ve más allá de su propio ombligo, ya no más penitas, ni lagrimitas, fin.

Ya no quiero dramas en mi vida, sólo comedias entretenidas, así que no me vengas con historiaaaaaaaaaaaasssss

 



 

 

 

Comentarios

  1. Ante tal alegato solo puede decir que una persona que sabe lo que quiere en su vida, es hoy un logro, asi, pues tienes mi respeto y mi aplauso por tan detallada entrada. Un abrazo, y todas las comedias de mundo esten tu alcance.

    ResponderEliminar
  2. Estoy totalmente de acuerdo con Campirela y contigo, Nos gusta ser como somos. BESICOS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ha costado mucho llegar hasta aquí, para renunciar ahora. Abrazos!

      Eliminar
  3. Hay que haber vivido mucho, soportado mucho y olvidado mucho, para escribir ese memorial de agravios, envidias y hechos consumados.
    Te sigo leyendo y sigo disfrutando de tu libertad a la hora de escribir.
    Eres un ejemplo.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Juan, lamentablemente hay cosas que nunca cambian y hay muchas cosas que la gente no puede o no sabe perdonar, la felicidad es una de ellas, eso es imperdonable. Besos!

      Eliminar
  4. Y van tres, tres comentarios que desaparecen, luego vuelvo a leer las respuestas y no estoy, es el fallo mas cruel de los muchos de Google. Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comentando que no criticando.

Entradas populares