Renuncio
"El que quiere en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá
Francisco de Quevedo
¡Y lo difícil que es renunciar y callar, cuando uno cree tener la razón , cuando lo queremos todo, cuando somos incapaces de ver lo que ve el otro!.
El camino fácil es insistir y encerrarse en lo que queremos, lo difícil es dejarlo ir, evitar el conflicto, callar para no hacer daño, alejarse de todo y olvidar lo que se quiso.
Si pudiéramos por una vez, ponernos en el lugar del otro, si aceptáramos sus razones, y sus miedos...
Marcharse de la tienda sin el juguete, de la zapatería sin los zapatos más bonitos del mundo, del obrador sin el pastel de chocolate, son las acciones más difíciles que hacemos a diario, renunciamos a las personas, a las cosas, por miedo a perder, por miedo a ganar, por no discutir, por no suplicar.
Por mi parte, renuncio a lo fácil, me voy, borrando las huellas de mi estancia, renuncio a lo que quiero porque no es lo que otros quieren , hago lo que se supone que tengo que hacer y de momento eso me basta.
Me olvido de mis caprichos para atender las necesidades de otros, para evitar la eterna discusión que no lleva a nada, porque si yo digo lo que quiero sin escuchar y todos hacemos lo mismo, en la vida llegaremos a un entendimiento, así que, renuncio, renuncio a explicarme, a pedir, a querer...
Veremos lo que me dura...
A veces es más fácil renunciar que luchar por lo que se quiere. Otras veces luchaste tanto sin conseguir nada que no queda otra cosa más que rendirse.Yo no renuncié, me rendí.
ResponderEliminarUn beso
Yo pienso que el término no es renunciar, al menos a mi no me gusta, prefiero hablar de negociar. Negociar implica por todas las partes en la cuestión rebajar planteamientos, ceder en algo o en parte en favor del entendimiento mutuo y la convivencia.
ResponderEliminarUn beso, Alicia.
De vez en cuando hay que vivir por uno mismo y hacer lo que se le antoja, es necesario para después pensar en los demás. Un abrazo
ResponderEliminarHay veces que sólo funciona eso. Un beso.
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