Y no me veo....
No es que crea que el destino
está escrito, (o sí) pero estoy firmemente convencida de que las profesiones te
terminan eligiendo a ti y no tú a ellas.
Estaba ayer dando vueltas por el
Mercadona, que vale que voy casi a diario, pero debo tener memoria de pez o
algo, que doy unas siete vueltas al recinto completo (no me hace falta gimnasio
ni nada) cada vez que necesito algo, pues eso, que paso por delante de la
pescadería y la chica empieza a cantar como una especie de letanía.
“venga la merlusssa fresca, que te la limpio, prima, amo a los
boquerones, toma los langostinos de sanlúcaaaaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrrrrrrr”
Y yo pensé “¿Qué sería de mi, si me tuviera que poner a cantar el pescao del día”
Fijo que no vendo ni una sardina,
porque soy incapaz, incapaz de verdad de ponerme a gritar, así que, llegué a la
conclusión de que pescadera (aparte de por el olor) no iba a poder ser por el
tema de gritar. (Esto es aplicable a lo de “mira mari que tengo las bragas baratas”, ó “venga guapa, que tengo
los leggings de la Biyonsé”
Tampoco serviría para médico, ni para maquillar difuntos, ni para azafata de vuelos o de lo que sea (por mi metro y medio y porque poner buena cara, ocho horas al día no es mi especialidad).
Tampoco serviría para médico, ni para maquillar difuntos, ni para azafata de vuelos o de lo que sea (por mi metro y medio y porque poner buena cara, ocho horas al día no es mi especialidad).
No me veo en un bingo, ni en un
aeropuerto, ni en un bar, ni en una tienda de ropa (no soy capaz de decirle a alguien que un
vestido le queda perfecto, si no me gusta, no iba a vender ni una falda),
no me veo (afortunadamente para la humanidad) cantando la salchipapa, no me veo colaborando en el Sálvame (¿o sí?) y no me veo escuchando los problemas de los demás sin poder opinar.
no me veo (afortunadamente para la humanidad) cantando la salchipapa, no me veo colaborando en el Sálvame (¿o sí?) y no me veo escuchando los problemas de los demás sin poder opinar.
Igual en una librería sí, por
alguna razón las librerías incitan a hablar en voz baja y no hace falta poner
muy buena cara, vale con que sepas de qué estás hablando.
No me veo con 25 niños en una
clase, intentando que me hagan casito, si no me escucha nadie, menos lo iban a
hacer los críos o los adolescentes, que no sé yo que es peor. No me veo de itgirl, (me encantaría, pero no), no me veo de poli, (iba a ser una mierda de poli), no me veo de diplomática (jjaja soy incapaz de callar), no me veo de Relaciones Públicas de nada, con la mala leche que se me pone de vez en cuando me iban a echar en media mañana, ni me veo vendiendo un piso, en tres segundos les estaría contando a los futuribles, que las cañerías en realidad no van bien y que la instalación eléctrica es un churro.
Así que, citando, María Teresa Campos: vamos concluyendo amiga, voy a concluir que estoy bien como estoy,
que no me veo, no, gritando lo de la merluza (y menos lo de las bragas).
¡Pues nada virgencita, que me quede como estoy!
Has hecho una muy buena reflexión y con ella has valorado lo que tienes y te has dado cuenta que no está tan mal. Hay veces que soñamos en ser super modelos, pero luego seríamos capaces de desfilar en una pasarela? Un abrazo
ResponderEliminarA veces la vida nos lleva por caminos insospechados
ResponderEliminarGratisimo leerte
Cariños
No has tenido la necesidad de trabajar en lo que sea, eres afortunada, que si no fuera así, te aseguro que cantarías como ángel para vender el pescado, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajaja gracias por la risa con la que me voy a la cama.
ResponderEliminarSiempre interesante...
ResponderEliminarEn eso nos parecemos. Un beso.
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