Viva la patria y amén

A ver si me he enterado bien de la última trastada monárquica:
El rey, el de antes, el de los elefantes, echa su canita al aire de vez en cuando con una vedette oxigenada (curiosamente con un  monárquico apellido artístico), ¿no?
Tienen sus encuentros en una casa que, para ese fin y no para ningún otro, alquilan y pagan los servicios de seguridad del estado (recién salido de una dictadura con todas las penurias que eso implica). Para que la domadora de fieras no se vaya de la lengua, ya que ella demuestra ser más espabilá que el monarca y llega a grabar las intimidades más vergonzosas, amén de opiniones políticas y familiares, le largan una cantidad indecente de dinero de los fondos reservados.
Ella, que es mulista o mutonta, según se mire, le había contado ya  la aventura a todo Cristo (jijiji). 
Todos los periodistas y los no periodistas de la época, conocían el romance, pero eran tiempos en los que  expresarse libremente sobre determinados temas, era un sólo un artículo en la constitución, que no siempre (más bien nunca)  se cumplía.
En fin que,  en un país en el que no hay dinero para educación y sanidad, y  hay  gente que vive sin lo básico, sí que hay para tapar la pisá de Juanqui, o Sumer (que manda cojones lo del nombrecito de incógnito).
Que luego la vedette, que aparte de la pasta, quería una colocación en un ministerio, (rayando el surrealismo) se lo gastara en el Bingo o en botes de agua oxigenada, tanto da, ¿no?
Suena todo a película absurda de Almodóvar, pero lo realmente indignante, es que pagamos  las vacaciones, las  inseguridades de Letizia, el colegio de las niñas, un yerno,  otro yerno, el nieto cafre, y el cardadado de Sofi y ahora resulta que también hemos pagado el escarceo del patriarca de la familia (este que sepamos).
Y no pasa nada; aquí lo que interesa es el morbo de la relación con la rubia (por cierto ponerle Sofía a la hija es de tener mu mala leche), dónde se veían, quién hizo las fotos, cómo y  cuándo  se  llamaban , o los vomitivos apelativos cariñosos que usaban en la intimidad de la alcoba,  y el hecho de no saber qué coño hace esta gente con el dinero que mal ganamos, es lo de menos
Tenemos definitivamente, la monarquía que merecemos, el presidente que merecemos y el país que merecemos.
Y para hacer frikiambiente setentero, ¿quien mejor que María?, a ver si es verdad y damos ya de una vez un golpe en la mesa.

¡ Feliz lunes!






Comentarios

  1. Así es este país !! y difícilmente cambie,
    Besos

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  2. Como bien dices, este que sepamos que seguro hay mas.. me quedo por tu blog y yo también tengo uno por lo que te invito a el, besos y nos leemos ;)

    http://estoyentrepaginas.blogspot.com.es/

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  3. Lamentablemente no solo ocurre en este país, y tampoco es algo moderno, lleva ocurriendo desde siempre, de hecho creo que cada vez menos. Un abrazo

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    Respuestas
    1. en fin que todavía tiene que pasar algo muy gordo para que decidamos levantarno.

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