Más calamidades del cuerpo humano en el climaterio.

 


El tiempo pasa, pasa para todos.



Hay quien hace todo tipo de esfuerzos para detenerlo.



Pero por muchas cirugías, terapias, tratamientos, mindfullness,  yogas,  invocaciones al universo  o similares, que hagas, 














hay algo de lo que no te libra nadie: el climaterio, hablando en plata, la menopausia. 







Esto va de que dejas de menstruar, tienes unos cuantos desajustes, y tan ricamente, ¿no?.

Pues no, los desajustes son muchos y variados. Antes de que la naturaleza te dé permiso para no reproducirte nunca más, pasan cosas, pasan muchas cosas (y ninguna bonita).

La piel se apaga, se reseca (en general todo se reseca). Empiezas a usar hidratante corporal casi más que el gel hidroalcohólico, y como tienes la piel sensible, porque tu destino era nacer en la corte de Luis XVI, pero no pudo ser, la hidratante en cuestión es de farmacia, de las caras.

Lo mismo con los jabones de y/o geles de baño.















Se cae el pelo y pierde fuerza, para compensar salen pelos en zonas de la cara, dónde no debería haber pelo, salvo que  te llames Lady Olga y trabajes en el circo Ringling  Brothers.



La cara digamos, que, se descuelga, como si el óvalo se difuminara y las mejillas se quedaran vacías, como dos pellejos colgones.

Los labios desaparecen.

Cuelgan unas fofeces raras de los brazos. Si las agitas a una velocidad constante durante el tiempo suficiente, fijo que sales volando, pero no está comprobado, porque a estas alturas, vives agotada.

Te duelen las articulaciones, hasta las que no sabías que tenías.

El cuerpo deja de producir colágeno y elastina, de ahí las sequedades en general (los bajos también se resecan).


Como no te quedan cosas importantes en  el body,  tipo colágeno,  empiezas con las tendinitis, que crees que son de hacer yoga, pero son de vieja,  y terminas postrada en una silla de ruedas llorando tus desventuras (igual es un poco exagerado, pero estoy en momento de bajonazo nivel señora mayor).




Del tema del desajuste del termostato, ya hemos hablado, es una mierda muy grande. 
Parece te has vuelto loca,  ya te pones un  chal, ya te lo quitas, ya te tapas con una mantita, o con el mantel mismo,  o te falta quitarte los pantalones, y salir corriendo descalza por el patio,  precioso todo. Si, muy bonito, agradecida con la vida por tanto, estoy,  sí señor.









No puedes dormir, te despiertas porque tienes calor,  o porque en el anterior sofoco te destapaste, abriste la ventana y tirando de una elasticidad que no tienes,  sacaste una pierna por la misma,  y ahora, se te ha quedado congelada, que un poco más y te la tienen que apuntar.




Te meas encima, así tal cual. Te ríes o estornudas y se te escapa una gotita. Te acuerdas de Concha Velasco y caes en la cuenta de que las Tena lady,  te estén esperando en la estantería del Mercadona, al lado de las compresas, que algún día dejarás de usar. Pensabas que no te iba a pasar nunca, porque tú habías oído hablar de los ejercicios  para  el suelo pélvico (aguantar el pis cuenta)  y han sido tantas las  colas larguísimas para entrar en el baño en las  ferias,  locales de moda, conciertos y similares (saludos a todas las amigas que hice en mis años de juventud en las colas de los baños, vosotras también lo estáis sufriendo, ¿no?), que pensabas que tenías la pelvis a prueba de descuelgues, pero no,  a pesar de tus intentos, se te han caído los bajos interiores y exteriores y te meas encima.





Tienes un humor que no te aguantas ni tú, tan pronto saldrías con una katana a matar gente, como estás llorando con un anuncio de una compañía de electricidad, para una par de minutos después, odiar, de corazón, a todo el mundo, y luego volverte un poco Nati Abascal achispadilla y amar a la humanidad entera, así como concepto.



Olvidas cosas importantes como poner detergente en la lavadora, comprar lo que ibas a comprar en el Mercadona, dónde coño has aparcado, las claves de las tarjetas, dónde has dejado las putas gafas y hasta la clave para entrar en tu pc, todo es tan bonito que dan ganas de llorar (de amor y felicidad eh?)

Y piensas en todo lo que necesitas para suavizar todo esto y,  básicamente, necesitas comprar media herboristería: las isoflavonas para los calores, vitaminas,  en general,  para el cansancio, colágeno para no volver a urgencias con una tendinitis,  y terminar con un colocón de droga legal , que ni Poli Díaz en sus mejores tiempos, droga dura para dormir y yo que sé,  un esparadrapo a lo Carmen Sevilla para sujetarte la cara.

Pregunta seria:

¿Existe en el mercado una única pastillita para terminar con todo este sufrimiento?




 

 

Comentarios

  1. ajajajjajajaaj, menos mal que el video me ha calmado un poco que si no me tiro por el balcón ajajaja.
    Cuanta verdad guardan tus letras, te contaré que yo lo pase fatal se me descontrolo, las hormonas estaban a sus anchas y mi humor de perros. A parte los sofocos eran horribles cuando todo el mundo tenia frio yo estaba sudando y lo peor es que muchos no entienden que no es un calor exterior sino interior de una misma.
    Menos mal que como todo tiene su tiempo y ahora en este instante puedo decir que ya aquello paso y acepto el paso del tiempo, es otra nueva etapa de la vida que si sabes llevarla tiene muchas ventajas, ante todo que la mente este activa y al cuerpo no oxidarle, darle marcha dentro de cada uno sus posibilidades cuidarse en la alimentación y reír todo y más esa es una base muy importante , y si se nos cuelga las carnes pues con el pellejo hacemos botijos ajajjajaj. Un besazo y arriba el humor y el Climaterio.

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    1. Es terrorífico todo...oye y que encima lo que se tiene que ir, no se va...

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  2. No me lo tomo en serio, no tiene remedio, por lo menos uno natural. He ido aceptando poco a poco, si lo haces de golpe puede ser fatal. Un abrazo risas y alguna carcajada.

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  3. Imposible definirlo mejor de lo que tú lo has hecho.
    Ya pasé las primeras etapas..... y aunque siempre fuí muy delgada (a mí no me colgará nada de nada.... éso es para gordis......) ja, ja y ja.... me empiezan a salir alas como dices, he crecido dos tallas a lo ancho, me doy crema, mucha crema y el pelo....... pero no quiero quejarme porque me arreglo, me mantengo activa y me digo a mí misma que no estoy tan mal, quién mejor que yo para quererme mucho.
    Muchos BESICOS.

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    1. Yo soy muy flaquita, pero veo que eso de los brazos me ha empezado a colgar de un día para otro...me veo poniendome talco pa que no me roce...

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  4. Gracias por las risas y por el año de realidad que me has dado a la hora de acostarme.

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    1. Qué maravillosa y generosa es la naturaleza con nosotras!

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  5. JAJAJA... Me río por no llorar.
    Algunas de esas cosas ya las he empezado a sufrir pero gracias a ti ya sé lo que todavía me falta por vivir.

    Besos.

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    1. Es eso, para reirse...porque como te lo tomes en serio...

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