Las lentejas del Universo

A ver, toda la vida he pensado que lo de leer libros de autoayuda era una soberana tontería, pero claro, entonces no tenía 43 años, no era madre de un preadolescente, no estaba al borde de adoptar un gato (para recibir calorcito en las noches de invierno) y no se me estaba descolgando la cara.
Así que, como todo es susceptible de empeorar, como para poder rechazar algo del todo, lo suyo  es conocerlo antes, y como hago lo que me da la santa gana, (aunque entre en conflicto conmigo misma), me he agenciado unos cuantos libros de autoayuda, mindfullness, meditaciones de luz,  quiereteatimisma, y demás recomendaciones del Universo para ser feliz.
De momento, todo lo que he leído es  la versión modernizada y adornadita  de las lentejas de mi madre: “o te las comes ahora, o te las pongo para merendar o para cenar, tú decides”.
Lo que nos viene a decir  el Universo es que las lentejas (léase marrones varios) o te las comes ahora o te las comes luego, pero que están ahí y son  para ti, así que, será mejor que las acompañes de un vinito y de un buen postre, porque no te escapas ni de coña.
Resumiendo las autoayudas: aparte de dedicarte tiempo a ti misma, ponerte cremitas, hacerte una pedicura, decirte delante del espejo tres veces guapa (y sí, te sale Manolo Escobar cantando un pasodoble), no puedes hacer gran cosa por cambiar nada.
Es decir, lo que hay es lo que tienes delante: o te da un jama y  sufres  tres  o cuatro micro infartos al día, o activas el modo zen todo y piensas cosas del tipo, soyluzyestonomeafecta.
Que para completar tu momento de mimarteatimisma  de un baño de espuma con sales y todos los avíos, te puedes rodear de velitas, encender unas varitas de incienso, poner música y entrar en modo ommmm, pero que, seguramente, cuando salgas muy relajada y muy feliz, te encuentres con que tu vástago ha decidido dejarse caer encima de la ropa recién planchada o se ha quitado las zapatillas radioactivas y las ha dejado en mitad del pasillo.
Básicamente, da igual lo que hagas y cómo lo adornes, las putas lentejas son para ti, y punto.

Comentarios

  1. Me encanta la frescura que transmites en tus textos. Lo de adoptar un gato está genial, veras el amor que te da y tu a él. Un abrazo

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  2. Ya he dejado de reírme y puedo escribir, creo entender que me tengo que tragar las lentejas y mejor si lo hago de buen humor. Saltos y brincos

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