Aaaaaainsss con el verano!!!!
Esas mamis ideales que parecen
que no han pasado una mala noche en la puñetera vida,que no se estresan , que
no sudan , que no se manchan de arena.
Van a la playa con su pelo
perfectamente recogido en una estilosa coleta, que no se les mueve ni aunque
estén en Tarifa.
No levantan arena cuando entran
en la playa con las chanclas, porque las suyas son estupendísimas, (no como las
del Primark).
A mí me parece que llevar un
kaftan es el colmo de la sofisticación, pero ellas llevan un maravilloso
vestido de un blanco nuclear que deslumbra, con su collar étnico a juego y su sombrerito
de paja estupendo, que les queda ideal.
Sus niños, rubitos, perfectos y
limpitos, no levantan arena, comen fruta, no se aburren y no les llevan a la
madre un manojo de algas, tampoco les tiran un cubo de agua mientras toman el
sol.
Yo tengo un niño nada más y con
todo lo grande que es mi bolsa de playa (porque sí, yo tengo sólo una y es de
los chinos), nunca llevo todo lo que voy a necesitar, siempre falta algo.
Se meten en el agua y no salen
disparadas cuando está fría, ni gritan, ni dan saltitos, sus hijos no les
salpican, ni insisten en que meta la cabeza y abra los ojos.
Se vuelven a su casa sin un grano
de arena, con un perfecto y uniforme bronceado, mientras que yo, me he quemado
a cachos, llevo arena en sitios en los que no debería entrar, la sal me ha dejado
el pelo tieso, y arrastro la bolsa que va hasta los topes de “fósiles”.
En el reparto de encantos, y
habilidades varias, creo que el Universo se quedó cortito conmigo.
Que exagerada, no será pá tanto. Tienes que quererte un pelín más.
ResponderEliminarSalud, Alicia.
Por eso a mi la playa no me entusiasma. Un beso.
ResponderEliminarAsí es la vida y hay que aceptarla como es.
ResponderEliminarNunca estamos contentas, seguro que tu llevas un vestido y una pamela muchos días. jeje
ResponderEliminarÁnimo....
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