El intolerante se hace, no nace.
Ningún ser humano es intolerante por definición, nadie nace siéndolo, es un trabajito de aprendizaje lo que nos lleva a serlo.
Hay por ahí una historia
maravillosa por la web que me hace reconciliarme con la raza humana:
“Lydia Stith Rosebush le
dijo a su hijo Jax, de casi 5 años, que ya necesitaba un corte de pelo. El niño
le propuso raparse la cabeza porque así se parecería a su amigo Reddy Weldon y
podrían gastarle una broma a su profesor: cuando llegaran el lunes al colegio
con el mismo corte de pelo, no podría distinguirles.
A Rosebush, que vive en
Kentucky (Estados Unidos) le hizo tanta gracia la ocurrencia que la contó en
Facebook, en una publicación que se ha compartido más de 75.000 veces desde el
24 de enero y que suma más de 8.000 comentarios. La razón se puede ver en la
foto: Jax es blanco y su amigo Reddy es
negro. “Si esto no prueba que el odio y el prejuicio es algo que se aprende, no
sé qué puede hacerlo. La única diferencia que Jax ve en los dos es su pelo”.
Luego, en estanuestraEspaña, sacamos esta mierda de bus, (perdón, pero no me
sale otra cosa) que no hace más que
sembrar odios, intransigencias y desprecios.
¿Es esto lo que le vamos a
enseñar a nuestros hijos?, luego hacemos campañas (que me parece genial) para
acabar con el bullying en los colegios, ¿no estamos haciendo algo mal?, si no
les enseñamos a odiar, no hay que desenseñarles,
¿no?
No se puede, nadie puede, amparándose
en la libertad de expresión, transmitir un mensaje de odio, de sectarismo,
de rechazo, hacia personas que no tienen la culpa que haber nacido en el cuerpo
equivocado. Son niños, da igual el género, da igual el color, la religión o la
ideología de sus padres, niños, y todo lo que vivan en su infancia, marcará
para siempre sus vidas.
Los hijos de los iluminados del
autobús, también están sufriendo un odio tan innecesario como gratuito, al fin
y al cabo, sus padres están sembrando en ellos una semillita que no tenían al
nacer: la del rechazo.
Me parece muy bien que cada uno
se exprese libremente, (hasta ahí podíamos llegar), pero la libertad de expresión
de uno, termina dónde empieza la dignidad del otro.
Me destroza el alma que esta intolerancia, sea el legado que le
vamos a dejar a nuestros descendientes.
A mi, mis padres (hace 40 años) no es eso lo que me enseñaron, y no quiero, bajo ningún concepto, que mi hijo piense, ni por un segundo, que hay gente normal y gente que no lo es; hay gente, punto y todos tenemos sentimientos.
A mi, mis padres (hace 40 años) no es eso lo que me enseñaron, y no quiero, bajo ningún concepto, que mi hijo piense, ni por un segundo, que hay gente normal y gente que no lo es; hay gente, punto y todos tenemos sentimientos.
Un niño no es intolerante per se, no lo es. Lo veo en mi hijo y en sus compañeros, se ve a la
legua en qué entornos familiares se hacen ciertos comentarios, y quienes educan a sus hijos
en la aquiescencia, no ya al diferente,
no, diferentes somos todos.
Se trata, simplemente, de aceptación, de respeto hacia la libertad de ser y de sentir que tiene el ser humano por definición.
Se trata, simplemente, de aceptación, de respeto hacia la libertad de ser y de sentir que tiene el ser humano por definición.
Pero como la mañana no puede
estar más bonita, ha salido la primera flor
en mi balcón, y creo que mi parte (la de educar en la libertad, en la
tolerancia y en el respeto
bidireccional, por cierto) está hecha, no me voy a hacer mala sangre.
¡Magnífico! Esta mañana he estado pensando en hacer una entrada sobre el "autobús de la intolerancia y el odio" Pero en mi cabeza había palabras mucho más duras que las tuyas para referirme a esa panda de hipócritas que se creen más puros que Dios. Si volviese Jesús a la Tierra, lo que hizo con los mercaderes del templo echarlos a latigazos, no iba a ser nada para lo que les iba a hacer a esta panda de "puros" En fín no me voy hacer mala sangre, pero da rabia que teniedo ellos la casa sucia, vean la suciedad donde no hay. Un abrazo Alicia.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo contigo, de hecho los niños nacen sin prejuicios... poco a poco nosotros los adultos les vamos enseñando todas esas cosas malas y sí lamentablemente es con el ejemplo y con la convivencia diaria... saludos
ResponderEliminarSi no le hubiéramos dado importancia el bus ya estaría en un garaje, pero se le ha dado mucha publicidad, demasiada y ahora cualquiera lo para. Buenas noches
ResponderEliminarLos peques nos enseñan,buen post,abrazo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, Alicia.
ResponderEliminarOjalá aprendiéramos más de la mirada de los niños, ojalá no hubiera mayores que transmiten valores tan negativos...
Tenemos que trabajar cada día, para que eso cambie.
Besitos :)