I need a hero...



Estoy en una etapa en la que todo me viene  mal.

Toda la vida he sido abanderada del buenrollismo, de la tolerancia y del diálogo aunque sea besuguil. Intento ponerme siempre en la piel del otro y  procuro observar los hechos desde todos los puntos de vista posibles, para no juzgar mal. Pero de un tiempo a esta parte, no sé si estoy rodeada de gilipollas, he perdido mis capacidades empáticas o las hormonas peri-pre-menopáusicas están jugando a cogerme por el pelo y revolearme en el barro del hastío y de la mala hostia, porque he rebasado, de largo,  mi límite de aguantar idioteces sin matar al prójimo.




Como el niño del sexto sentido,  que en ocasiones veía muertos, yo,  en ocasiones, veo gente normal y respetable, siendo el resto de la humanidad ( o al menos la parte de la humanidad que tengo a mano) un puñao de idiotas, envidiosos, a los que una mierda de cargo se les ha agarrao al cerebro impidiéndoles pensar con claridad.




No hay nada más tonto que un pringao con un carguito, ni nada más absurdo que el grupo de descerebraos que secundan las diatribas del idiota de turno, y desde luego tampoco hay  nada más ridículo, que el estado de ansiedad que me genera estar rodeada de envidiosos, pagados de sí mismos, con su séquito de anormales incorporao.









Se supone que soy zen, soy una persona equilibrada, coherente y feliz por definición,  pero que hay cosas que harían salir del nirvana al mismísimo Buda.







En este momento (ando corta de sueño, tengo un dolor de cabeza horquillil y se me caen los mocos),  veo muy difícil que se me pase la indignación con una meditación, más que centrarme en la luz, tendría que convertirme en luz. Podría probar a cantarme unos mantras, pero, dejando aparte el hecho de que es muy problable que me pongan una camisa de fuerza y me lleven a un centro de esos bonitos, no me iba a servir de mucho. Esto se soluciona con una pasti, o en su defecto, con dos copas (quien dice dos, dice tres o cuatro),  pero como a la vuelta del sueño narcótico que proporciona la química, me iba a encontrar con los mismos idiotas hablando y los mismos palmeros jaleando, que se me caen las neuronas de leer tonterías y me están saliendo arrugas de cabrearme tanto, mi solución en un un mundo ideal,  es  aniquilar (literalmente: asesinato en serie, intoxicación masiva o suicidio colectivo) el/los problema/s, pero igual termino encerrada en un sitio,  "en el que yo no elegí estar",que diría miPanto,  así que, contrato a alguien (un héroe que lo haga por mí). O me tomo unas copas con unas pastis, y me pego un viajecito astral al Tibet o algo, puede que con algún tipo de hongo, lo consiga, ¿no?.

Mientras encuentro las setas alucinógneas que me acerquen a un estado de pasotismo tal, que no me moleste la existencia de los idiotas que han tenido a bien acompañarme en mi deambular por  la vida,  me apeo de la vida, de los grupos-foros de personajes absurdos y de las chocheras de la gente que no tiene nada que hacer.

 ¡Hasta luego mari Carmen!










Y busco, imploro un héroe, que me ayuda o a cargarme al prójimo o a olvidarme del mismo (del prójimo).







Comentarios

  1. Hola Alicia, que sigo viva aunque no pase por vuestros blog, ya a partir de septiembre volveré a publicar y a pasar por vuestras "casas". He pasado un año un poco regular, ya empiezo a ver la luz Jajaja. Un abrazo

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    1. Mientras la luz se deje ver, no hay nada que temer, me alegra que estés saliendo de la cueva.

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  2. No sé si las pastillas serían la solución.

    O como tú dices un hongo con propiedades alucinógenas,

    Un beso.

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    1. Es que yo creo que mejor iba a ser hacerlos desaparecer pero por algún motivo no es legal

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  3. Hay que evitar a muchas personas. Un beso

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  4. Estoy de acuerdo con Susana, hay personas que simplemente no deberían de estar ni a kilómetros de distancia de nosotros, que te sientas mejor abrazos

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  5. Dan ganas de mil cervezas contigo eh...

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    1. que soy muy simpática (si no me tocan las narices...)

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  6. Vaya, espero que toda esa malaa hostia se haya ido diluyendo...
    Hay veces que no podemos evitar que la gente nos saque de quicio.

    Un saludo.

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